Lunes, 28 de Abril 2025

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Elecciones y narcotráfico

Por: EL INFORMADOR


Indudablemente hay mucho que México puede aprender de la estrategia que ha ejercido en los últimos seis años Colombia en contra del crimen organizado y grupos armados. Hace una semana tuve la oportunidad de participar en un foro sobre inseguridad patrocinada por la Organización Demócrata Cristiana de América (OCDA), donde el presidente Álvaro Uribe presumía los éxitos de su administración en el combate a la inseguridad.

Redujo en 40% el índice de homicidios y el secuestro en 80%, además han caído en 81% las masacres, 87% las extorsiones y en 76% los atentados terroristas, esto, según Uribe. Señaló además que a diferencia de hace algunos años, su Gobierno sistemáticamente ha recuperado territorio que estaba en manos de guerrilleros, paramilitares y narcotraficantes. Hoy se puede viajar por casi toda Colombia sin preocuparse de ser víctima de las famosas “pescas milagrosas”, en donde comandos armados mantenían retenes en las principales carreteras del país, deteniendo y secuestrando cualquier persona que tuviera la mala suerte de estar viajando por esos rumbos.

Pero Colombia sigue siendo un país con grandes problemas. Aunque dejó de ser en el que se cometen más secuestros en el mundo, por haber logrado reducir en 80% las víctimas de este flagelo, se cree que en este momento la guerrilla tiene en su posesión aproximadamente 700 personas de unas tres mil que están en manos de secuestradores. Algunas de estas víctimas fueron secuestradas hace 11 años y todavía no han sido liberadas. La semana que estuve en Bogotá, detonaron varios explosivos en sitios públicos, algunos de ellos se vincularon con la guerrilla y otros con extorsionadores.

A pesar de sus éxitos y el alto índice de credibilidad y popularidad que tiene actualmente el presidente Uribe, en este momento enfrenta la más seria crisis política de su presidencia, debido a una serie de acusaciones y revelaciones en contra de aliados políticos, militares y funcionarios que tienen nexos con grupos paramilitares ilegales; con decirle que en este momento 65 legisladores colombianos (muchos de ellos uribistas), de los cuales 33 han sido detenidos, son investigados por sus vínculos con el paramilitarismo.

¿Podría usted imaginar 33 senadores o diputados encarcelados por sus vínculos con el narcotráfico? ¿Qué haría el Gobierno federal si 50% de los legisladores locales fueran electos gracias a fondos provenientes del crimen organizado? Un aspecto fundamental de la estrategia del Presidente Calderón al ir recuperando áreas del país que evidentemente estaban bajo el control de narcotraficantes, es asegurar un ambiente adecuado para que se puedan llevar a cabo las elecciones intermedias de 2009 y las presidenciales de 2012. Un ambiente en donde el Instituto Federal electoral (IFE) y las autoridades electorales estatales garanticen a los candidatos poder hacer campaña sin estar vendidos al mejor postor. Sobre todo, que la gente pueda salir a votar por candidatos que garanticen una gobernabilidad a favor de ellos y no de los intereses de los criminales. ¿Es esto parte de la estrategia, señor Presidente? Esto es una de las grandes lecciones que deberíamos de aprender de la dolorosa experiencia colombiana.

ANA MARÍA SALAZAR / Analista política.
www.anamariasalazar.com

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