| El placer de leer Por: EL INFORMADOR 18 de diciembre de 2008 - 23:00 hs Casi siempre tengo un libro conmigo como buen compañero. Sobre todo si voy al médico, aunque tenga marcada la cita, el paciente no sabe si va a haber puntualidad. Ahí estoy en la sala de espera. Abro mi libro. Las revistas que ofrecen para entretenimiento de la clientela son antiguas y nada de mi gusto. “Que si Fulanita anda con Torrecillo”. “Que si Rosaleta ha vuelto a divorciarse”. “Que si la moda es sólo llevar unos trapitos de tela pegados en ciertas partes del cuerpo”. No. ¡Qué aburrido y falta de arte! Prefiero las aventuras de los personajes que viven en el libro. A Edmundo Dantes lo encerraron en el castillo de If y, pasado un tiempo insufrible se convirtió en el hombre más rico del mundo y en el más justiciero y vengativo. He llevado una racha en la que el libro en turno era interesante y agradable. Pasaba ratos estupendos oyendo toser a Margarita Gautier. Pero hace pocas semanas empezaron a llegarnos libros cuya lectura me aburría. Siempre me imagino al escritor gozando al plasmar su novela y esta vez no se podía explicar cosas tan aburridas. No digo el título de estos libros, no parezca que los quiero mal. Son tales novelas las que no aman a sus lectores. Lo mejor de ellos es la palabra Fin. Como leer es un placer, ¿quién aguanta tantas páginas que nos castigan? Si usted tiene en sus manos un libro que le cause tedio, suspenda su lectura o sáltese algunas páginas a ver si con el brinco mejora y siga entonces o póngale fin. Hay que saber los trabajos que pasa un escritor para ver su libro acabado y los apuros que le vienen luego para hallar un editor que le diga “Sí” a su obra. A veces la misma va de un lado a otro. A veces se deja que descanse en el estante de las ilusiones dormidas. Me gusta que en el libro haya amor, dificultades para él y ella, un premio grande de la lotería, un viaje, gente buena que triunfa e hijos que resultan una monada. Casi todas las novelas se resumen en eso, pero todo se une e interesa gracias al arte del escritor. De estos libros que últimamente me aburrieron sólo terminé uno. No había amor en él, sino una intriga semipolítica que llamaba al aburrimiento. Luego tuve ante mí un libro en el que los personajes se mueven en torno a un crimen ocurrido en unas ruinas de Israel. Resumido así parece interesante, pero me resultó bueno para dormir. Ahora leo la biografía del pintor Rembrandt. La creí de gran mérito cuando vi el volumen y leí esos párrafos que colocan en la parte de atrás y solapas del ejemplar. Pues no. Es una autora su literaria fabricante, pero de un estilo que lleva al lector por parajes que lo pierden. Lea usted. Es uno de los mejores placeres de la vida. Sentado en un buen sillón a merced de unas excelentes páginas. Pero si le aburren, deje el libro y búsquese otro. Un libro aburrido es como un castigo. Un libro que deleita es un premio. GABRIEL PAZ / Escritora. Correo electrónico: macachi809@hotmail.com Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones