El miedo llegó

MARTHA GONZÁLEZ ESCOBAR

“Las Torres Tarascas”, les llamó el columnista de “La Jornada” Julio Hernández (18/10/08) a las dos granadas de fragmentación, arrojadas enmedio de la multitud que celebraba un aniversario más de la Independencia Nacional en dos de las plazas de Morelia, la capital de Michoacán. El artero ataque produjo ocho muertos; un centenar de heridos y ningún culpable. Lo de las torres, es en memoria de las Torres Gemelas de Nueva York, cuyas consecuencias podrían tener algún paralelismo con esta historia mexicana reciente: “Un presidente débil (Bush), producto de un fraude electoral, manejado por los factores reales de poder e incapaz de cumplir con las operaciones políticas que son básicas para gobernar, cambió (provisionalmente) su suerte a partir de lo sucedido un 11 de septiembre en Nueva York”.

A partir de esa fecha, los cambios políticos se sucedieron rápidamente en Estados Unidos. Todos tendientes a reprimir manifestaciones de descontento y a suprimir los derechos civiles de los ciudadanos norteamericanos. Aquí el titular del Poder Ejecutivo ha solicitado al Congreso más presupuesto para combatir el crimen. Mientras, los analistas mexicanos no identifican a los causantes de la tragedia ya que, dicen, los narcos no acostumbran este tipo de ataques y los guerrilleros insurgentes, menos, ya que sienten simpatía por la población civil, dado que es una parte de sus bases de apoyo. Entonces ¿quién?
Malpensados que somos, recordamos la campaña desatada contra López Obrador para despertar el miedo en las clases medias para evitar que votaran por él. Ahora, ante la impopularidad de Calderón y su notoria fragilidad en el poder, pareciera que se montará un show sobre todo para los espectadores vecinos de más allá del Río Bravo.

El próximo año habrá elecciones para renovar la Cámara de Diputados. La actuación del señor Calderón ha dejado mucho que desear. Hasta sus más leales partidarios han salido a las calles a exigirle un alto a la delincuencia. Si el miedo logró que el actual presidente norteamericano ganara la reelección presidencial con el “desplome” de las torres, ¿no sería bueno ganar votos para el Partido Acción Nacional (PAN), sembrando el miedo entre los mexicanos?
El Gobierno calderonista ha hecho de la violencia su principal arma política y ésta ha terminado por revertírsele. La incapacidad del Gobierno de facto para responder políticamente ante el grave ataque cometido la noche del 15 de septiembre en Morelia, no ha hecho más que agravar la crisis política latente que vive México. Calderón no ha hecho otra cosa desde los estallidos que buscar beneficios políticos del hecho trágico, tratando de hacerse publicidad, de fortalecer su campaña permanente de amedrentamiento de la población y de preconizar una subordinación de la oposición a sus políticas en aras de alcanzar la “unidad nacional”, como lo han hecho desde siempre los gobiernos autoritarios.
MARTHA GONZÁLEZ ESCOBAR / Divulgadora científica. UdeG.
Correo electrónico: marthaggonzalez@yahoo.com.mx