| El descontento Por: EL INFORMADOR 9 de septiembre de 2008 - 23:00 hs El malestar crece cada día a lo largo y ancho del territorio nacional: 19 mil profesores de Morelos suspendieron su trabajo hace tres semanas. Hay protestas en Quintana Roo, Guerrero, Querétaro, Puebla y Zacatecas. En Baja California Sur y Michoacán la situación es grave. Se cree que después del puente del 15 de septiembre, los trabajadores de la educación efectuarán un paro nacional de 24 horas. Posteriormente suspenderán actividades escalonadamente durante 48 y 72 horas. En Oaxaca los profesores celebrarán su congreso sindical a fines de octubre. La posibilidad de que estalle una huelga nacional indefinida está presente. Esta vez los maestros no se movilizarán por cuestiones salariales, sino por algo que los atañe a todos: la defensa de su empleo y de la educación pública. Los sucesos que los han indignado son la puesta en marcha de la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) y la pretensión de acabar con la educación normalista. La realidad de ACE, es que el nuevo modelo que propone es que el profesor deje de serlo para convertirse en un facilitador sin control sobre el proceso educativo, un encargado de prender el televisor o el pizarrón electrónico en el aula. La Alianza destruye los mecanismos de evaluación hasta ahora conocidos y aceptados de los maestros que ya se encuentran en servicio. De un día para otro, su experiencia y sus años de servicio no se tomarán en cuenta como criterio de evaluación. En vez de eso se calificarán mediante exámenes realizados por personal que sabe muy poco de educación. Uno de los elementos fundamentales para evaluar a docentes en servicio serán las tasas de rendimiento y aprovechamiento de los alumnos. Con ello se olvida que la realidad socioeconómica condiciona profundamente el aprendizaje. Así los profesores de centros escolares de mucha marginación, que educan en la pobreza, que atienden alumnos provenientes de familias desintegradas y que dan clases a grupos numerosos, fatalmente tendrán evaluaciones deficientes, aunque su trabajo sea de calidad. La ACE perjudica un derecho ganado por el magisterio en muchos estados: el heredar su plaza a sus hijos, en caso de jubilación o muerte, descendientes que son capacitados profesionalmente como profesores. La mayoría de los profesores sienten que se les despoja de su futuro y que la educación pública, en la que se formaron, se privatiza. Por ello, los orillan a luchar por su supervivencia como profesores. Una profesión tan respetada en otra época, cuando sus dirigentes eran profesionales de la enseñanza, y no improvisados secretarios de sindicatos charros, aliados a una Presidencia de la República, que cada vez pierde más el rumbo. MARTHA GONZÁLEZ ESCOBAR / Divulgadora científica. UdeG. Correo electrónico: marthaggonzalez@yahoo.com.mx Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones