| El PAN de los pactos Por: EL INFORMADOR 21 de septiembre de 2008 - 23:00 hs La hora que está viviendo el Partido Acción Nacional (PAN), de cara al inminente arranque del proceso electoral federal de 2009, al que se sumarán los locales, entre ellos el de Jalisco, lo está mostrando de cuerpo entero en una nueva etapa en la que prácticamente se han borrado las fronteras entre las posiciones ideológicas de los diversos grupos que coexisten en el partido, porque todos, a cual más, se han sumido en el fangoso territorio del pragmatismo. El panista que hoy en día hable de principios, de doctrina, de postulados ideológicos, de la herencia de Gómez Morín y González Luna (al menos en Jalisco), sólo está actuando por pose, por mostrar un barniz que no soporta la prueba de un rasguño para mostrar su auténtica madera, que suele ser la de sus propios intereses. O las del grupo que lo patrocina para conquistar alguna nueva posición de poder, con lo que ello significa: presupuesto público, amplios márgenes de discrecionalidad para utilizarlo, colocación de amigos e incondicionales en las nóminas gubernamentales, y vuelta al inicio del círculo, para ir a una posición de más alto rango. Con el calendario encima, con un ensanchado poder que han obtenido en parte por la miseria de la oposición, y en parte por la ineficacia de los reclamos ciudadanos, los panistas están en plena etapa de lo que se conoce como la repartición del pastel. Los grupos que en la etapa del dominio blanquiazul en Jalisco han acumulado poder, se están sentando a la mesa de negociación para decidir, por encima de sus militantes, y por desgracia también por encima de la ciudadanía, qué espacio le toca a cada uno; ¿quién va por Guadalajara? ¿quién por Zapopan? ¿quiénes a las pluris del Congreso de Estado y quiénes a las de la Cámara de Diputados? En torno a una mesa sacan sus fichas, como quien juega a las cartas, muestran su juego y hacen apuestas. Que si fulano trae más arrastre, que si zutano es mejor en campañas pie a tierra, que si perengano puede conseguir más apoyos de grupos de interés. Entran a la ronda de los votos y los vetos, y ahí es donde las dos grandes corrientes que hoy dominan en el PAN, la que encabeza el gobernador Emilio González Márquez, y la que lideran en tándem Eduardo Rosales (dirigente estatal) y Jorge Salinas (coordinador de los diputados locales), van a la negociación directa entre ellos y con otros grupos de influencia más localizada, por ejemplo a nivel municipal o distrital. Ya tienen rato que andan en eso, pero están corriendo los días cruciales. La corriente de Rosales, cada día con mayor autonomía de quien fuera el padrino y patriarca, Francisco Ramírez Acuña, ha establecido que la candidatura de Salinas para la alcaldía de Guadalajara no es negociable, y es difícil que otro grupo se la dispute con éxito. En torno a esa posición gira todo el juego de cartas. ¿Saldrán de ahí los mejores hombres y mujeres para gobernar? No necesariamente. Saldrán los que a ellos les convengan para mantener el poder, la nómina, los recursos y las ganancias. Así gobierna Acción Nacional, a 69 años de haber sido fundado. Lo demás es palabrería. VÍCTOR W. WARIO / Periodista. Correo electrónico: vwario@informador.com.mx Temas Elecciones intermedias 2009 PAN Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones