Sábado, 21 de Junio 2025

LO ÚLTIMO DE

|

Efectos perversos

Por: EL INFORMADOR


Sí, sí… los legisladores finalmente se pusieron de acuerdo y tenemos reforma electoral. En su momento lo celebramos porque estábamos hambrientos de consensos entre la clase política, específicamente entre quienes inician, discuten y aprueban las leyes.

Aunque la reforma fue muy polémica durante el proceso parlamentario, los ciudadanos, muchos, nos manifestamos satisfechos, por ejemplo, con la reducción en los tiempos de campaña y con la regulación de las precampañas. Muy bien.

Sin embargo, ahora, al entrar en vigor los nuevos “mandamientos”, con decepción y hasta con indignación nos damos cuenta de que los tales acuerdos en realidad no tenían un enfoque ciudadano, sino partidista.

Ni modo que ahora creamos que la “laguna” con respecto a la promoción que hacen los gobernantes en funciones sobre sus “acciones, logros y programas” (debería decir sus respectivos partidos) haya sido un descuido involuntario. Y ninguno se escapa.

Para eso y para el financiamiento público (tres mil 633 millones de pesos para ocho partidos, en lo que hace a la elección federal, más las prerrogativas para los mismos institutos políticos en los 11 estados en donde habrá elecciones locales), bien que se ponen de acuerdo.

Y luego, por obra y gracia de una confusión colectiva, todo se lo achacamos al Instituto Federal Electoral (IFE), cuando esa institución no puede hacer nada más que apegarse a la ley que diseñaron y aprobaron los representantes partidistas en el Congreso de la Unión. Encima, niegan que vivamos en plena partidocracia.

Bueno, pues todas éstas y otras decisiones de los partidos políticos a través de sus representantes en el Poder Legislativo, están generando efectos que ellos no esperan, de ningún modo, en la ciudadanía. Se les conoce también como efectos perversos.

Es preciso agregar el atiborramiento de spots en radio y televisión con información de partidos y precandidatos (todavía no empiezan las campañas), porque según ellos hicieron la reforma del siglo para regular a los medios que trabajan vía concesión. Y hay que apegarse a derecho, por supuesto, pero la gente está harta. No sólo se trata de los promocionales preelectorales, sino todos los oficiales del Gobierno federal, los estatales y municipales, más varios de dependencias y paraestatales. Perfecto.

Esto es el hoy por hoy, pero en la inconformidad ciudadana lo que más pesa es la corrupción, la ineficiencia, la burocracia dorada, el coraje personal por haber tomado decisiones equivocadas en las elecciones pasadas y, entre otros, el desdén manifiesto de las autoridades con respecto a las demandas sociales.

Yo no lo sé de cierto, pero supongo (parafraseando a Jaime Sabines) que los resultados del 5 de julio serán una sorpresa para todos. Quizá… efectos perversos.

LAURA CASTRO GOLARTE / Periodista.
Correo electrónico: lauracastro05@gmail.com

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones