| Educación desorientada Por: EL INFORMADOR 20 de julio de 2008 - 23:00 hs Un tema que ha sido discutido de manera recurrente en nuestro país es la falta de vinculación entre las universidades y las empresas para definir los programas de formación académica que más útiles resulten, tanto para los egresados como para quienes generan fuentes de empleo. Como producto de esto es muy común encontrar técnicos y profesionistas dedicados a labores para las cuales no se prepararon, lo cual les genera inconformidad. La dimensión de este fenómeno no es menor, como lo reflejan los resultados de una encuesta internacional llevada a cabo por la agencia de manejo de personal Kelly Services, donde resulta que en México, dos terceras partes de quienes han realizado estudios profesionales declara estar insatisfecho con su especialidad, sea técnica o superior, un 34% reconocen que su educación universitaria no los preparó adecuadamente para la vida laboral y un 30% desearía haber estudiado una carrera distinta. Como corolario de lo anterior, resulta que la mayoría de los empleados mexicanos se encuentran preocupados por su nivel de estudios y 82% desearía haber estudiado algo adicional. Si a todo lo anterior le agregamos que las estadísticas, demuestran que sólo una mínima parte de los estudiantes que ingresan al sistema escolar logra terminar una carrera; el desperdicio del potencial intelectual de los mexicanos es enorme. Este derroche de capital económico y humano debe llevarnos a cuestionar muy seriamente el sistema educativo nacional, pues a éste no se le asignan pocos recursos materiales y humanos como para generar este tipo de resultados, pero además, en algo muy serio está fallando al dar la educación equivocada a quienes tienen el privilegio de conseguirla. Todo parece indicar que buena parte del sistema educativo ha venido siendo evaluado con los parámetros equivocados, pruebas de ello es la sensación de los maestros de estar sujetos a altos estándares de desempeño, así como los reportes de las universidades públicas que no se cansan de vanagloriarse de los logros que van alcanzando en materia de cobertura académica. De muy poco sirve que los maestros se perciban bien evaluados cuando no hay poder humano que consiga que se dediquen a lo que les toca, que es aumentar el nivel educativo. Tampoco aporta nada a la sociedad que estén egresando profesionistas y especialistas a un mercado de trabajo en el que no tienen dónde ejercer, y acaban dedicándose a algo que no requiere la preparación recibida y cuyos recursos bien pudieran haber sido utilizados para otros fines mucho más útiles y redituables. No sólo es cuestión de mejorar la orientación vocacional y profesional que se les da a los educandos, se requiere de un replanteamiento de los objetivos del sistema educativo, así como del uso que se haga de los recursos para conseguirlos. Fallar a esto es solapar un derroche del que toda la sociedad acaba siendo partícipe y responsable. Temas Educación Empresas Lee También Los bancos más importantes de México: su quiebra pondría en crisis al país Becas Benito Juárez: ¿cuándo se reanudan los pagos tras la pausa en Semana Santa? "Tengan hijos y no mascotas", dice Secretaría de Educación de Tabasco Tlaquepaque beneficiará a cerca de 98 mil estudiantes con útiles escolares Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones