Lunes, 23 de Junio 2025

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Diálogo entre sordos

Por: EL INFORMADOR


Al escuchar las declaraciones de las últimas semanas de los gobiernos de México y de Estados Unidos, me transporto por el psicodélico túnel del tiempo a los años setenta y ochenta, en donde reinaban los zapatos de plataforma, pantalones de lycra y música de ABBA. Al igual que en el pasado, parecería que estos días la relación bilateral se está reduciendo a declaraciones clichés. De hecho, me recuerda una caricatura política de la época, en donde un alto muro separa al Tío Sam de Juan Pueblo, donde el primero apunta al Sur gritando “corrupto” y el segundo le regresa “pin... adictos”.

La nueva guerra de palabras empezó en enero, cuando los medios difundieron un documento publicado en noviembre, del Comando de Fuerzas Conjuntas de Estados Unidos, donde se subraya la posibilidad, aunque remota, de que México y Pakistán se convirtieran en estados fallidos.

El saliente director de la CIA, Michael Hayden, aseguró que México, por la violencia del crimen organizado, e Irán, por su obsesión de adquirir material nuclear, serían los países que habrían de recibir prioridad en la política exterior de su país.

Funcionarios del actual Gobierno estadounidense, ante los cuestionamientos de los legisladores de ese país, han expresado su preocupación de lo que está sucediendo al sur de la frontera. En los últimos días, el director nacional de Inteligencia, Dennis Blair, dijo que debido al crimen organizado, el Gobierno de México ha perdido control en algunas partes del territorio. Como turrón del pastel de la discordia, está la nota de que la Revista Forbes listó al narcotraficante “El Chapo” Guzmán entre los hombres más ricos del planeta, y el hecho de que el ex director de la CIA, George Tenet, le pidió a su hijo que no viajara al país.

La reacción del Presidente no se hizo esperar, junto con las de sus secretarios de Gobernación y de Relaciones Exteriores. Estados Unidos debería aprender de la limpieza de instituciones que ha hecho el Gobierno de México, la culpa de la violencia es el consumo de drogas y el tráfico de armas. De hecho el Presidente usó dos foros esta semana, en donde había una importante presencia de empresarios estadounidenses, para lanzar sus acusaciones.

Fue el  portavoz del Departamento de Estado, no un secretario de Estado, quien respondió a las acusaciones del Presidente, asegurando que “no hay ninguna campaña contra el Gobierno de México”, pero aseguró que “ciertamente tenemos preocupaciones sobre violencia en la frontera, no es un secreto”. O sea, que debemos de esperar que continuarán estas “expresiones de preocupación” por parte del vecino.

La estrategia de “acusar a los gringos” de algunas problemáticas del país, sigue siendo políticamente redituable. De hecho, partidos políticos y representantes de la Iglesia Católica salieron a apoyar al Presidente. Lo único malo es que la retórica esté sucediendo en un momento cuando ambos países deberían de estar viviendo una luna de miel, ya que Obama apenas lleva un poco más de 50 días de asumir el poder.

Sí, podemos esperar más diálogos entre sordos.

ANA MARÍA SALAZAR / Analista política.
Correo electrónico: anamaria@anamariasalazar.com

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