| ¿Democracia teledirigida? Por: EL INFORMADOR 10 de junio de 2008 - 23:00 hs “La televisión se caracteriza por una cosa: entretiene, relaja y divierte… pero la televisión invade toda nuestra vida, se afirma incluso como un demiurgo”: Giovanni Sartori Sin duda los medios de comunicación, y particularmente la televisión, desempeñan un papel central en las democracias occidentales. El poder y la influencia de los medios sobre la llamada opinión pública es fundamental lo mismo para que una candidatura presidencial sea o no exitosa, que para que un presidente consiga el apoyo popular a una iniciativa política o para que un Gobierno corrupto se mantenga en el poder o sea depuesto. En Estados Unidos el poder de los medios masivos de comunicación se incrementó a raíz de la aparición de la televisión. Pocos pueden argumentar en contra de que el éxito de John F. Kennedy como candidato presidencial en 1960 se debió más a cómo se veía en la televisión, que a sus propuestas electorales. De igual forma, gracias a la presión de los medios bajo el escándalo Watergate, Richard Nixon se vio obligado a renunciar en los años setenta. Hoy sería absurdo no reconocer que Barack Obama se acaba de convertir en el candidato presidencial demócrata en parte gracias a que gozó de una cobertura mediática mucho más favorable que la senadora Hillary Clinton. Respecto a México, sería igualmente absurdo no reconocer que en la elección presidencial mexicana de 2006, López Obrador sufrió un verdadero ataque mediático por parte de algunos grupos, que acabó beneficiando a Felipe Calderón. La forzada salida de Santiago Creel como coordinador de la bancada panista en el Senado de la República parece ser un reflejo fiel del poder de las dos principales televisoras en el país. Si bien es cierto que Creel no logró ser un vocero eficaz del proyecto de la reforma energética del Presidente Calderón, su salida parece obedecer mucho más al veto de Televisa y TV Azteca al senador, que a su falta de liderazgo en este tema, con lo cual queda un peligroso flanco abierto para el Gobierno de Calderón. En las democracias más consolidadas los gobiernos tienen que lidiar con el poder de los medios, pero hay una enorme diferencia entre lidiar con ellos y sucumbir ante ellos. Como señaló el senador Javier Corral, el Partido Acción Nacional (PAN) le entrega a las televisoras la cabeza de Creel con esta decisión. Nuestra democracia electoral está vulnerada por una clase política enferma de poder, por una sociedad civil pasiva, por grupos ilegales con una fortaleza que en ocasiones supera a la del Estado y por unos medios fuera de todo control. El Gobierno calderonista tiene delante de sí un reto de gobernabilidad ante el que no está demostrando la altura requerida. ¿Quién gobierna en México? ¿Calderón? ¿el narco? ¿los medios?. En otras palabras, ¿Nos estamos convirtiendo en una democracia electoral? ¿en una narcodemocracia, o en una democracia teledirigida? GENARO LOZANO/ Académico del ITAM. Comentarios: genarolozano@gmail.com Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones