Dama trabajadora

El otro día, en una reunión de amigos bien preparados, sobre todo para enfrentar la vida actual, alguien dijo que antes todo era más tranquilo -¿Cuándo?-  y me preguntó: "¿No es verdad?" Otro añadió: "En su tiempo de mocedad se vivía mejor y con más sosiego". Y yo comenté "Viví dos tremendas guerras". Tras lo cual se acabó el tema.
 
Cada época ha tenido sus dificultades y aciertos de todos los tamaños y poco a poco va cambiando el estilo de vida porque nos hallamos ante situaciones nuevas que hemos de desarrollar del mejor modo.
 
Suele decirse: "Es que antes la mujer no trabajaba”, antes... ¿Quién fija la fecha? No solía tener altos estudios ni asistir a una oficina o empresa a ganar unos pesos, pero se levantaba la primera de la familia, preparaba los desayunos (fruta, huevos, pan tostado, mantequilla), la torta de media mañana, los uniformes limpios, las tareas hechas, la camisa limpia del marido, una corbata diferente a la de ayer, el pantalón bien planchado, la chaqueta impecable y luego a tender las camas, arreglar la casa, ir al mercado, preparar la comida... Eso y más hacia la dama que no trabajaba, a veces una mujer pagada le limpiaba la casa, le lavaba y planchaba la ropa, pero si esa empleada domestica fallaba, esa "propina" de trabajo caía sobre la mujer que no trabajaba. A veces el marido daba el biberón al nene y le cambiaba los pañales ¡qué suerte! 
 
Actualmente nos han llenado las horas del día de aparatos que se han hecho indispensables: lavadoras, secadoras, hornos de microondas, computadora, televisión. Bueno, pues el ama de casa que sí trabaja pone en marcha sus máquinas y se va a la oficina, pues ha de ayudar al gasto del hogar ¿cómo pagar tanta maquinaria si no fuera con su cooperación? El caso es que llegada a la oficina y sentada ante su escritorio siente una especie de descanso y piensa: "Ahora estaría con el trapeador en la mano. Qué suerte tengo ante la computadora".
 
La mujer de hoy trabaja y cuando vuelve al hogar, gracias a las máquinas y a la muchacha que la ayuda, encuentra la ropa limpia, la casa arreglada y la comida hecha.
 
Aquella época en la que había tranquilidad para la mujer que dicen "no trabajaba" ¿dónde la localizamos? Tal vez entre dos grandes guerras mundiales; mientras se aplacaba el dolor de una y se tramaba el crimen de la otra. El ama de casa no pasaba por la angustia de ir a la oficina y trabajar en las labores hogareñas, eran estas labores las que la ocupaban las 24 horas del día y las hacia cantando y agitándose, mirando por los hijos que no tenía que abandonaren guarderías extrañas y, a veces, peligrosas.
 
Pues sí, puede ser que antes, en aquel corto tiempo, la vida fuera más tranquila. Diferente es la de hoy, pero no podemos señalar cuál de las dos es la buena, con acierto.
 
El género humano es un genio para llenarse de complicaciones. ¡Qué lástima!

Toluca agosto 2010