Jueves, 25 de Abril 2024

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Crear un organismo vegetal

Por: EL INFORMADOR


Factores y circunstancias en el reto. Información general, investigación científica, desarrollo de métodos y tecnologías, recursos humanos, recursos físicos naturales, recursos financieros, recursos mínimos de administración, objetivos y mercados. Oportunidad de presencia en la oferta y la demanda.
La población mundial que exige cantidad y calidad rebasa y, con mucho, las expectativas meramente locales o domésticas; nuevos conceptos y diferentes criterios que se manejan y aplican paralelamente a lo publicitario. Manejos psicológicos dirigidos para que lleguen a los estratos sociales y culturales de generaciones jóvenes, de madurez adulta en pleno ejercicio económico y grupos cada vez mayores, de grupos en retiro. A todos hay que alimentar antes que vestir y calzar. La problemática de salud misma se suscita en una dieta o alimentación deficientes.

Un binomio constante

Productor-consumidor. El primero, adquiere la responsabilidad de los satisfactores del segundo. Las técnicas y metodologías que reempiezan a utilizar en nuestro medio agrícola, en cierta medida carecen de los recursos materiales para llevar a cabo la importante tarea de alcanzar altos rendimientos y máxima calidad.

Capacitación en la inversión y el trabajo

Hemos tenido candados legales y económicos, en los que un tercero que consideraríamos en discordia (administración pública o Gobierno), que parece haber perdido la llave. Un país como el nuestro, con sus recursos y climas envidiables, no ha sido valorado en su potencial productivo. Buenos suelos, agua suficiente para riegos y condiciones climáticas para miles de especies vegetales, susceptibles de producirse y comercializarse, todo ello se conjunta en beneficio del agricultor y el productor involucrado; en ambos casos la capacitación está ausente o, bien, tiene carencias. El tradicionalismo que continúa señoreando ciertas áreas de la producción agrícola sigue limitando nuestras expectativas.

Recursos naturales

Suelos y agua: dos columnas indispensables. Las tierras cultivables paradójicamente son muchas y a la vez son escasas; muchas, por las grandes extensiones desaprovechadas, y pocas por el número reducido de hectáreas que se trabajan o, medio se trabajan. Suelos agrícolas no evaluados propiamente; agua, pésimamente distribuida. Grandes obras en la construcción de presas, deficientes ramales de distribución.

Urgencia de regionalización y zonificación
 
La brújula de la economía debe ser dirigida hacia los factores ecológicos y climáticos. “Nadar contra la corriente” es lento, caro y lleva riesgos. Ejemplos. ¿Por qué hacer cultivos de huertos con especies de hoja caediza (caducifolias), cuando no se alcanza en número de horas frío, necesarias para el óptimo desarrollo del árbol? ¿Por qué se hacen siembras de papa en suelos arcillosos? ¿Por qué se hacen siembras de maíz en terrenos arenosos? (Note nuestro amable lector que estamos expresando siembras y no cultivos); sembrar es una cosa y cultivar es otra. (Dice nuestro buen amigo Pepe Luis Vázquez, aguacatero atotonilquense, y dice bien, que los caducifolios cuando menos la mayoría de ellos, son para las regiones y zonas del norte de México). En tal contexto el duraznero, el nogal, la manzana y la pera, junto al ciruelo y el chabacano, que de cultivarse con el conocimiento necesario sin embargo, el costo es alto, debido a la espera de cosecha en función a un ciclo biológico más lento.

Por otro lado, nuestro Estado de Jalisco tiene microclimas suficientemente extensos para ser aprovechados, en plantaciones de huertos de aguacatero. Lo anterior, ¿está contemplado en un proyecto serio, en la producción de altos negocios, que obre en los escritorios de los burócratas (del ministro hacia abajo), responsables de la economía agrícola jalisciense? Mucho lo dudamos debido a que las inquietudes de algunos inversionistas interesados, no encuentran el camino adecuado de los objetivos. ¿La Comisión Nacional de Fruticultura, conocida más por su viciada sigla de Conafrut?, ¡bien gracias!  ¿encomiable labor? ¡Quién sabe! Porque el trabajo de tal organización puede mucho ser similar al de otra sigla: Conafor. ¿Cuánto le cuestan al contribuyente estas dos entidades, y cuál, y dónde está el beneficio que le aportan? Porque no hay más que atenerse a lo que publican medios de difusión: se plantan árboles con un costo, que inicia desde la producción de plántula, pero que hay en el proceso pérdidas de costo muy
alto, porque los arbolillos, ¡nomás no prendieron! Los arbolillos frutales se cultivan o se crían en viveros cuya ubicación, no se difunde ampliamente. Veamos pues que, árboles tanto frutales, como forestales sí deben ser cultivados, con el conocimiento pleno de las necesidades, requerimientos y exigencias que un organismo viviente reclama.

Uso del agua, mis amigos

Ya no es posible continuar utilizando el agua en riegos “rodados o por el pie”; es mucho el desperdicio, son caros los riegos porque, además del gasto en sí hay que invertir en tiempo de espera para que el suelo se ponga en capacidad de campo o sea, que se pueda trabajar, esto es con el paso de la gente cuando se trata de cultivos de surco y paso de maquinaria e implementos a la vez. El daño que se causa al equilibrio ecológico es tanto, que los agricultores y productores no alcanzan a valorarlo. Y luego, ¡decimos que el agua se acaba!

Es el tiempo y el momento de decisiones; funcionarios gubernamentales capacitados en el trabajo de campo agrícola y campesinos con voluntad de cambio. Por supuesto que el dinero se hace necesario para adquirir y manejar nuevos sistemas de riego, con materiales ligeros que ya se venden en el mercado desde hace varios años. Son aconsejables técnicamente los sistemas de mini aspersión y de goteo; estos últimos, sean con manguera, o bien con cinta. En ambos casos el riego por goteo no sólo es aconsejable en la economía de los cultivos y del bolsillo mismo, sino que es una impostergable necesidad.

Las fuentes de riego por aspersión son diversas, y de acuerdo a la extensión del terreno cultivado y necesidades hídricas del cultivo, pueden provenir de presas, bordos, ríos, norias y pozos profundos. Los que trabajamos para producir cosechas requerimos que, la comisión encargada del manejo del agua, sea una institución con funcionarios de alta sensibilidad social, altamente capacitados pues, y, lo que sería deseable funcionarios de carrera y no de sexenio ni tampoco empíricos o improvisados; solamente una persona con esas características podrá entendernos y valorar la problemática, para implementar soluciones. ¡Ya basta que el agricultor que aplica sistemas de riego tecnificado, viva siempre pendiente y alerta de la visita o llegada de un inspector chambista y mordelón!

Las especies a cultivar

Al principio de la presente colaboración en esta siempre amable página dominical utilizamos términos como cultivar, desarrollar y criar; en este último término nos referimos a la atención que ponemos para desarrollar un organismo vegetal en condiciones óptimas de crianza; por supuesto que no estamos propiciando malos entendidos o errores entre lo que es crear y nuestro término.

Vamos a desarrollar un árbol frutal, su arranque lo tenemos en la semilla o hueso que deben tener el sustrato adecuado tanto como física, química y microbiológicamente para una germinación y emergencias adecuadas. Nos vamos a interesar pues en que se desarrolle un buen sistema radicular, mismo del que hemos de tener conocimiento y, a partir de ahí un buen tronco o tallo, el cual debe ser trabajado para su engrosamiento, base de la resistencia de sus ramas, colocación anatómica de las mismas y desarrollo a la vez de su fronda. Esto suena y parece fácil y, claro que es difícil, pero imposible no lo es.

Las necesidades del organismo vegetal bajo crianza son muchas y diversas; inicia con una composición de estructura y textura de los granos o partículas del suelo con sus correspondientes porcentajes de materiales primarios como arena, limo y arcilla; este sustrato debe tener la reacción o pH que corresponde a las del vegetal, no se olvide la importancia que tiene la relación suelo-planta-agua. Una condición de permanencia es la cantidad de materia orgánica que debe tener el suelo en cultivo y que es como mínimo, cinco kilos por metro cuadrado. Esta cantidad o ración debe mantenerse a lo largo del ciclo biológico de la planta en cultivo; los fertilizantes que han de aplicarse para la nutrición tanto del suelo como del vegetal también tienen una reacción y, un peso atómico, un peso molecular y un peso específico; valores que deben tomarse en cuenta para el manejo adecuado de fórmulas y dosis. Raíz, tronco, ramas, y hojas tienen una medida o proporción matemática, base de la función fisiológica y metabólica para
propiciar el equilibrio de yemas leñosas y yemas de fruto. Una nutrición acertada se refleja en la calidad y cantidad de la cosecha, aparte de sus cualidades y, entre ellas, manejo de cosecha, empaque, almacenaje y exposición y durabilidad de anaquel. Así pues, si “de la vista nace el amor” como reza uno de nuestros adagios o dichos, el tamaño, peso, color, sabor, suavidad de pulpa se reflejará en un precio razonable de alta rentabilidad.

Ser productor o agricultor debe tomarse con orgullo, por la nobleza que encierra producir que comer.

ROBERTO SIERRA B. / Ingeniero agrónomo, asesor y consultor.
Correo electrónico: ing.sierra@yahoo.com

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