| Cinismo Por: EL INFORMADOR 23 de marzo de 2009 - 23:00 hs ENTRE VERAS Y BROMAS Hace un mes, el Congreso del Estado daba la nota: de la primera lectura crítica que esa “honorable” —según San Lucas...— representación popular dedicó al Segundo Informe del gobernador Emilio González Márquez, se desprendieron “inconsistencias” por 57 mil millones de pesos; 57 millones que hubieran sido, constituirían otros tantos respetabilísimos motivos para obligar, moralmente, a quienes los ejercieron, a no dejar el mínimo resquicio para las suspicacias —máxime en un medio en que al ciudadano le sobran elementos de juicio para dudar de la honradez de sus gobernantes— y a exigir que se aclare, como en las ferias de pueblo, “dónde quedó la bolita”. 57 mil millones, con muchísima mayor razón. —II— Los mismos diputados que, por mayoría, dispensaron al gobernador de sentarse en el banquillo de los acusados —con todo el respeto que su investidura merece— para responder personalmente por esas “inconsistencias” y optaron porque varios secretarios comparecieran ante las respectivas comisiones del Congreso, hicieron el vacío, a la hora buena, a varios funcionarios del Ejecutivo. (Uno de éstos, por cierto —Ernesto Espinoza Guarro, secretario del Trabajo— compareció en los mismos días en que aún se publicaban condolencias por el fallecimiento de su señora madre; seguramente los diputados ausentes tuvieron mejores pretextos que su invitado para faltar a la sesión). Se sabe, de todos ellos, que el ausentismo ha sido, a últimas fechas, la constante; felizmente, no porque todos hayan tenido la pena de sepultar a su honorable progenitora; sí, en cambio, porque actualmente dedican sus mejores afanes a arrastrarse —para decirlo sin eufemismos— en pos de los cargos que aspiran a desempeñar después de las próximas elecciones. —III— De todos los sectores de la sociedad se han elevado voces de indignación... ¿No son, acaso, estos ciudadanos los mismos que “protestaron” sacrificarse por sus representados en el desempeño de sus cargos, y rubricaron su “protesta” con la grandilocuente baladronada de “Y si no, que el pueblo me lo demande”?... ¿Cómo tienen el cinismo de postularse para otros cargos públicos que implican, también, graves responsabilidades, y cómo tendrán la desvergüenza de solicitar el voto de los ciudadanos, si han sido ostensiblemente incompetentes, omisos e irresponsables en el desempeño de aquellas por las que aún tienen la desfachatez de cobrar?... (Son preguntas). Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones