Campañas

Inédito. Tomando en cuenta la forma en que se hacen las campañas políticas en nuestro país, el día de ayer empezaron oficialmente en Jalisco los actos proselitistas con miras a las elecciones locales del próximo 5 de julio, sin actividades masivas.

Están en juego las alcaldías de 125 ayuntamientos, 20 diputaciones de mayoría relativa y 19 de representación proporcional y son nueve mil 056 los candidatos que estarán en campaña durante los próximos 59 días.

Un día antes, el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Jalisco (IEyPC ) validó todas las candidaturas y en voz de su presidente, David Gómez Álvarez, recordó a todos los partidos políticos que participan en la contienda electoral, la conveniencia de no realizar actos ni manifestaciones masivas, dada la emergencia sanitaria nacional impuesta por la influenza humana.

Por otra parte, el consejero presidente del IEyPC, después de dar el “banderazo de salida” a las campañas, expresó su optimismo con respecto al desarrollo de una contienda democrática ejemplar en Jalisco, y manifestó su convicción de que los partidos y los candidatos “pueden dar una muestra de generosidad y ecuanimidad con campañas propositivas, a la altura de estas circunstancias”.

En esa misma sesión, el organismo electoral del Estado determinó una serie de sanciones a los partidos políticos por su conducción durante las precampañas y aplicó multas en total por dos millones de pesos.

En este contexto, buena parte de la sociedad espera, efectivamente, que los candidatos se conduzcan con responsabilidad y prudencia, tomando en cuenta no sólo la circunstancia de emergencia sanitaria, sino las dificultades que los jaliscienses, como todos los mexicanos, están enfrentando por esa razón y por otras, como la crisis económica.

La desconfianza manifiesta entre la población en general sobre la clase política, obliga a sus integrantes a encabezar campañas políticas en donde prevalezcan las propuestas y las ideas con respecto a lo que los jaliscienses necesitan de sus legisladores y de sus munícipes.
La circunstancia inédita ofrece la oportunidad a los candidatos de diseñar campañas para los ciudadanos, más allá de la conveniencia obvia del voto.