Cambios

Al relevo en las tribunas del paraninfo llegaron los jóvenes de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), mientras la gente de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG) abandonaba el recinto universitario conocido como Paraninfo Enrique Díaz de León, cuando en la butaquería de abajo los 140 consejeros universitarios que dejó plantados el rector Carlos Briseño Torres discutían y se inconformaban por el trato recibido, porque según dicen, el maltrato de no tomarlos en cuenta, ni seguir los rituales correspondientes al máximo órgano de gobierno de la Universidad de Guadalajara estuvo permanente durante 14 meses, lo mismo del mandato del efímero paso de este incondicional del cacicazgo que después repudió.

La sesión de Consejo General de Gobierno fue larga, alrededor de dos horas y media, y se atoró en el primer punto: la discusión de la orden del día, mientras la mayoría de la comunidad universitaria solicitaba que se incluyera en dicha orden los dictámenes, es decir un proyecto de descentralización de la red universitaria; el rector se oponía y mantenía su propia orden del día que consideraba como punto importante el presupuesto ampliado (¡en el octavo mes del año!). Hizo tiempo durante alrededor de dos horas y media, se levantó, se sentó, alargó la participación de los que argumentaban a favor o en contra, hasta que por fin se le acabaron los pretextos, y las presiones por entrar en votación se acrecentaron hasta que Briseño dijo que si la asamblea no aceptaba la orden del día bajo la cual se había convocado la sesión, ésta se cancelaría.

Intempestivamente se levantó, seguido de su fiel escudero, el vicerrector Torres, y salieron muy derechitos del Paraninfo; el secretario general se quedó alegando con el resto de las 140 y tantas personas que de momento se desconcertaron, para enseguida retomar la sesión en el punto en que se había quedado, aprobando esta vez como único punto la destitución del rector Briseño y su vicerrector.

En las postrimerías de la sesión, Briseño Torres llegó al grado de amenazar a los miembros del Grupo Universidad de leer en la sesión del Consejo toda clase de delitos que han cometido durante los recientes 20 años, además citó a una persona que renunció a los derechos que el Hospital Civil tenía sobre una millonaria herencia, entre otras acusaciones, a lo que el consejero-representante de una parte del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), Tonatihu Bravo Padilla, le replicó que si tiene denuncias que las presente, pero que no utilice ese recurso para desvirtuar la sesión, ya que el tema era votar la orden del día.

Quizá Briseño esperaba la destitución merced a sus continuas agresiones contra diversos miembros de la comunidad universitaria y graves acusaciones en contra del presidente del Consejo Administrativo de las Empresas Corporativas de la Universidad de Guadalajara (UdeG) que tiene varios cargos honorarios en la universidad estatal. Ya que por la tarde vimos cómo trasladaban finos escritorios y butacas en camionetas con rumbo desconocido, así como numerosos legajos y expedientes, mientras el mismo denunciaba ante los medios de comunicación que los de los corporativos estaban quemando papeles.

Por la tarde del viernes no se sabía en dónde estaba Briseño, con su amparo en el bolsillo, que según él le permitía continuar siendo rector por más calumnias y difamaciones que esparciera a los cuatro vientos.

MARTHA GONZÁLEZ ESCOBAR / Divulgadora científica. UdeG.
Correo electrónico: marthaggonzalez@yahoo.com.mx