Atención especial a los niños

Nada justifica la violencia, ni verbal, ni mucho menos física para con los niños. Tampoco vale el pretexto de que para educar y corregir se puede recurrir a los castigos, peor aún cuando se trata de nalgadas, golpes y daños.

En la era del progreso tecnológico, también la psicopedagogía avanza, aunque no es visible ni comercializada. Se puede mejorar, sustancialmente, el trato a los infantes, simplemente sabiendo hacerlo en forma correcta.

El primer principio rector es tratarlos con sumo respeto. Lo que quiere decir que nunca hagamos nada que los moleste o afecte. Se trata de hacerlos sentir de la mejor manera posible, satisfaciendo sus necesidades.

Nada de que vamos a dejar llorar al bebé hasta que entienda de que debe de dejarnos dormir sin interrupciones. Ésa es una crueldad, tanto de los pediatras que lo recomiendan, como de los padres, que a su conveniencia lo admiten.

Junto al respeto, debemos de atenderlos esmeradamente en todas sus necesidades, creando un ambiente agradable, alegre, donde se pueda respirar paz y tranquilidad. Por eso se le pide a los padres que den muestra de lo que quieren ver en sus hijos. Siendo capaces de estar también de buen humor, con actitudes positivas y con un trato amable y cortés.

Esta semana el Gobierno del Estado y el Ayuntamiento de Guadalajara invitan a vivir unos días del buen trato, de cambiar las actitudes y pensamientos agresivos y violentos, por tratos mucho más afectivos y llenos de respeto. Comienza con unas conferencias este jueves 20 del presente a las 11 a.m. en el Centro de la Amistad Internacional.

Especialmente debemos de tratar bien a los niños. Empeñarnos en no dejar que ningún adulto se atreva a maltratar a su hijo, argumentando que posee la patria potestad. Que por cierto, tampoco les da el derecho, por ningún motivo, a comportamientos agresivos.

En casa debemos de ser verdaderos testimonios de un trato amable, de trasmitir el valor tan grande de ser comprensivos y de tener la suficiente madurez como para escuchar y ser tolerantes con todos. Especialmente con los niños que están enfermos o los que tienen alguna habilidad distinta, distrofia o retraso mental.

Los niños han conquistado sus derechos, especialmente a vivir en un hogar, a ser tratados con amor, a recibir una correcta alimentación y un cuidado médico adecuado en sus enfermedades. Por supuesto que los niños tienen el derecho a ser educados, a divertirse y a practicar deportes.

Todo es posible en un ambiente de paz, de concordia, de protección contra los depredadores del ser humano, que pueden atraparlos para ser utilizados como esclavos u objetos sexuales.

Hagamos la prueba e iniciemos un trato mejor a todos los que nos rodean. No dejemos que nuestro mal humor, enojos o sentimientos negativos nos impongan un comportamiento grosero e irrespetuoso con los demás.

No hay como un modelo basado en la cortesía, el respeto y el buen humor.

Los niños van a estar muy agradecidos cuando puedan convivir con adultos, sin gritos, regaños y castigos.

GUILLERMO DELLAMARY / Filósofo y psicólogo.