Miércoles, 12 de Noviembre 2025

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Ante tibiezas, ciudadanía

Por: EL INFORMADOR

El Gobierno federal en México hace poco contra la ley SM 1070, cuyo espíritu —racista— va contra los mexicanos en el Estado de Arizona. Tibias han sido las respuestas del Ejecutivo de este país, e inexistentes las del otro lado, a pesar de la derrama económica que los trabajadores mexicanos —muchos jaliscienses— dejan en el país vecino y de las muchas divisas que envían a México. Por ello, los ciudadanos, de uno y otro lado, son quienes se han movilizado contra esta ley, aunque tarde, pero con la clara conciencia de que lo que no logre la ciudadanía, las federaciones de ambos países ni siquiera lo intentarán.

Y esta respuesta ciudadana habla de la nueva forma de hacer política, una que cada vez es más con la participación ciudadana activa, en la construcción de las soluciones de los problemas que aquejan a la población. Una nueva forma de hacer política donde la ciudadanía ya no espera el beneplácito de los funcionarios en turno, porque en su organización es capaz, en completa madurez ciudadana, de lograr los positivos cambios que le son necesarios; participación que antes podía soslayarse, que hoy sabe la ciudadanía es indispensable.

Así, la receptividad que varios voceros de organizaciones de migrantes en Estados Unidos han tenido en Jalisco, ha sido muy importante; no sólo por el número de jaliscienses en el otro lado, sino porque los migrantes de Jalisco siempre han sido parte activa de las comunidades de mexicanos en Estados Unidos, con una actitud de propuesta y cambio que les ha generado aceptación y aún respeto en ese país.

Porque se podrá estar de acuerdo que cada país es soberano para decidir quiénes ingresan a su territorio, pero no se justifica el trato de delincuentes a quienes hoy generan riqueza en Estados Unidos; aportación que se desconoce y hoy se criminaliza, fabricando un Estado que favorece el maltrato y aún la explotación de los trabajadores mexicanos, por parte de empleadores y de autoridades estadounidenses.

Para el vecino del Norte, el no exigir sea eliminada la ley SM1070 contradice los principios que le sostienen como país; pero que el propio Gobierno federal mexicano y el del Estado de Jalisco abandonen —con tibieza— a su propia población en Arizona y muchos sitios de Estados Unidos, resulta una bajeza de Estado. Porque esos migrantes, además de sus derechos, han salvado a México de la debacle económica con el envío de divisas, deuda que México tiene con ellos. Un trabajo de relaciones exteriores que esta administración sexenal no ha realizado, falta grave contra una población que ya no espera a sus gobernantes, por ello está ya dando pasos firmes y contundentes, junto con el Senado de la República, para exigir el respeto negado y la salvaguarda de su integridad.

 (lourdesbueno03@yahoo.com.mx)

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