| Alcohol a temprana edad Por: EL INFORMADOR 25 de julio de 2008 - 23:00 hs Parece que la mayoría estaremos de acuerdo que las nuevas generaciones comienzan a beber a más temprana edad que hace algunas décadas. El fenómeno nos llama la atención, por lo aparatoso que resulta ver a casi preadolescentes llegar a sus casas con copas de más y haciendo escenitas muy inadecuadas para su edad. Desde luego que se las ingenian para no exhibirse ante sus padres y guardar estricta confidencialidad entre los amigos, con tal de no recibir la reprimenda que se merecen si son pillados en ese estado. Aunado a este impactante hecho, también vemos tomar, con demasiado entusiasmo, a las jovencitas que se supone iban a ser una especie de freno para que los jóvenes se midieran en su comportamiento. Pero resulta que beben en serio. Incluso en los últimos años ya muchas de ellas se embriagan a la par que sus amigos, haciendo, desde luego, también todo tipo de tonterías. La situación es preocupante, porque si a esa edad ingieren tantas bebidas, nos hemos de preguntar qué querrán beber a los 20. Además si estamos viendo las tremendas consecuencias sociales que vemos con el esparcido alcoholismo. Qué será en los próximo años, cuando estos expertos en intoxicarse, se desaten por las calles de la ciudad con un volante en la mano. Muchos no lo dudan. Más accidentes y pérdidas de vidas humanas. Lo que es muy evidente es que no les estamos enseñando a controlar su modo de beber, ni tampoco a tomar con responsabilidad. Tampoco a medir las consecuencias. ¿Quiénes son los responsables? Los padres de familia, dirían algunos. Otros las carencias de una adecuada formación en las escuelas. Y algunos más dirán que es culpa de la mercadotecnia, el consumismo y el empeño por promover antros, bares, y todo tipo de espectáculos donde el alcohol es el protagonista principal. Sin caer en la tentación de buscar culpables y señalar los errores. Mejor unámonos todos para enfrentar este grave problema y hagamos propuestas edificantes, para que nuestras nuevas generaciones aprendan a beber con moderación y sepan ser responsables. Una petición muy formal y estricta es que tenemos que exigir a las autoridades que no dejen entrar a menores de edad a los antros, video bares y todos los expendios de bebida. Debe ser una medida estricta. En esto debemos de ser tajantes y sin restricciones, ni mucho menos tolerar excepciones. Proponemos que las mismas empresas que venden bebidas embriagantes se comprometan a afrontar las consecuencias que deja su producto en la mente de los jóvenes. Y finalmente que los padres de familia, comiencen por dar el ejemplo. No se les puede exigir a los hijos lo que han visto hacer en sus padres durante toda la vida. Prohibir no es tan efectivo, como dar muestra de madurez. GUILLERMO DELLAMARY / Filósofo y psicólogo. Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones