| Agenda de la cultura Por: EL INFORMADOR 7 de marzo de 2009 - 23:00 hs ESCRITOR: Quien ha nacido con la gracia gratis dada de ser escritor, aun en el crepúsculo de la vida, menguadas las fuerzas o cerrados los espacios a su labor habitual, mientras no se extinga la lucidez mental, continuará escribiendo y manifestando de esa manera la gratitud por ese don, así como la satisfacción, el temor, la emoción que produce siempre ver impreso y dado a luz el ejercicio de esta facultad irrenunciable. Tal es el caso, por ejemplo, de don Luis Sandoval Godoy, el polígrafo zacatecano-jalisciense, quien acercándose ya a casi medio centenar de libros publicados, muy campante acaba de añadir otro más a su robusta bibliografía: “Alfredo R, Placencia, Dolor que Canta”. POETA Y SACERDOTE: Sesudos ensayistas e historiadores le han precedido en la indagación o difusión de la aciaga vida o espléndida obra de este impresionante poeta alteño; algunos, poniendo énfasis en el Placencia creador; otros en el Placencia sacerdote; unos exaltando aspectos luminosos, otros cargando tinta, enconadamente, en pasajes real o supuestamente sombríos. Mas ahora don Luis, sin afanes ariscos de romper lanzas, sino con claro ánimo de enriquecer la biografía de ese extraordinario ser humano, compuso este libro que dio a las prensas del Taller Editorial “La Casa del Mago” de esta ciudad. ARCHIVO HISTÓRICO: Sin prescindir del itinerario existencial, pero substancialmente, echando mano a un legajo epistolar, debidamente ordenado en el Archivo Histórico del Arzobispado, relacionado con la ajetreada vida sacerdotal del vate de Jalos; este autor, con su magistral eficiencia narrativa y vivacidad prosística, apoyada en este caso por la irrefutable argumentación documental, ofrece la semblanza del Placencia sacerdote, tratando de reafirmar la solidez de su vocación (pese a los tropiezos), el celo de su ministerio y sus relaciones con la jerarquía, en todo lo cual no aparecen asperezas, reprensiones, ni represiones por algunos tan pregonadas. DIFÍCIL RELACIÓN: Cabría reflexionar que en efecto la Iglesia, y menos en aquellos tiempos confusos y aciagos, no se ocupó de exaltar las señaladas dotes poéticas de uno de sus curas, que a mi parecer, fue esencialmente más un ser extraño y sombrío, aunque dotado de una sensibilidad extraordinaria, que un sacerdote santo y sabio, capaz de darle lustre a esta institución; mas pese a ello, ésta, como buena Madre, mostróle siempre, a pesar de sus descarríos, tolerancia y caridad. JOSÉ LUIS MEZA INDA / Escritor. Correo electrónico: meza_inda@hotmail.com Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones