| Agenda de la cultura Por: EL INFORMADOR 28 de junio de 2008 - 23:00 hs SIGUEN FUNCIONANDO: Pues ni el realismo está agotado como fórmula narrativa, ni la crónica familiar como género ha perdido su eficacia literaria, sobre todo cuando la trama vital, los ingredientes sentimentales, la capacidad transmisiva, la urdimbre expositiva logran adquirir una singular fuerza de atracción como para que el pío lector se sienta arrastrado, inducido y/o identificado (todos somos miembros de una familia) por el testimonio de las vidas ajenas, y se vea sobre todo, incluido en esa nítida fotografía social, tan de acá, tan cercana a nuestro modo, tiempo y lugar, como sucede, por ejemplo, en “Señuelo”, novela original de una escritora todoterreno, la más reconocida dentro y fuera de nuestro ámbito parroquial, la multigalardonada y traducida a quién sabe cuántas lenguas: Martha Cerda. NOVELA PREMIADA: Esta saga, de una de tantas familias pequeñoburguesas y de catolicidad confesa, de raigambres netamente jalisquillas, fue galardonada el año pasado con el X Premio Nacional de Novela Jorge Ibargüengoitia, convocado por el Instituto Cultural Guanajuatense, e impresa por Ediciones La Rana, de esa misma ciudad. En ella, la autora va recreando, no de manera lineal, sino aleatoria, los últimos 50 años de la vida y milagros de tres generaciones: abuelos, nietos, padres e hijos (legítimos y bastardos), despojándolos de esas máscaras de decencia y normalidad con las que casi todos los seres humanos acostumbramos a aparecer ante nuestros congéneres, de tal manera que, sin tapujo, dejen a la vista del lector sus vergüenzas, costurones, cicatrices morales, pasiones, vicios privados, públicas mojigaterías y demás miserias. MAESTRÍA NARRATIVA: Por las páginas de esta novela vemos aparecer los típicos “paterfamiliae” machistas, infieles, cínicos, codiciosos; los hijos resentidos, las esposas sumisas y disimuladoras, las amantes manipuladoras y otros personajes tan minuciosa cuan profundamente burilados, que van haciendo pública declaración de su ser, quehacer, acontecer, pensar y querer, en una agitada sucesión de breves capítulos de constante vaivén cronológico, que conforman en conjunto, un colorido fresco narrativo, de cruda vitalidad y atrayente amenidad que se lee de un sentón, lo cual exalta las acendradas virtudes de doña Martha, quien vuelve a mostrar su tino en el manejo de los registros del lenguaje, su capacidad para dosificar las emociones y la gracia para reflejar su talento, convirtiendo en brillante testimonio literario, asunto tan aparentemente vulgar y cotidiano. JOSÉ LUIS MEZA INDA / Escritor. Correo electrónico: meza_ind@hotmail.com Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones