| ¿''Activistas''?, no Por: EL INFORMADOR 22 de diciembre de 2010 - 23:00 hs Nunca he estado de acuerdo con los medios informativos que denominan “activista” a quien exige a una autoridad que cumpla una promesa, la vigencia de la ley o un derecho. El término “activista” fue y es usado con una connotación despectiva por agrupaciones político-policiacas. En México se utilizó (se utiliza) por tales organismos para descalificar a quienes protestaban por la violación a un precepto jurídico, demandaban un derecho legítimo o buscaban cambiar el régimen político, un derecho que está previsto en la propia Constitución Política. La mayor parte de la prensa retoma de forma acrítica el término “activista”, con lo cual contribuye a estereotipar a quienes no están de acuerdo con un acontecimiento posible o seguramente atentatorio de alguna norma, un derecho pleno, un principio ético; o bien de quienes sueñan con un país o un mundo mejor para todos, y se organizan y movilizan para que eso suceda. El tufo despreciativo del término usado contra quienes se muestran inconformes con la injusta realidad social y política mexicana se comprueba al consultar la Real Academia Española (www.rae.es): “activista”, indica, es “un agitador político”, un miembro “que en un grupo o partido interviene activamente en la propaganda o practica la acción directa”. O sea, que participar en manifestaciones públicas, ejercer el derecho de protestar, a quienes lo hagan supuestamente los convertiría en “agitadores políticos” (“agitar”, dice la RAE, tiene, entre otras acepciones, la de “mover violentamente el ánimo”). Encasillar así a un ciudadano es ponerlo en la mira de una probable represión. Los que se apartan de la mediocridad ciudadana promedio, de esa mayoría que sabe quejarse de los gobiernos o instituciones y no hace nada para cambiarlo, en todo caso deberían ser llamados “defensores”, “ciudadanos”, “campesinos”, etcétera, que exigen tal o cual asunto. Si un reportero o periodista descalifica una protesta social, como se hace en noticiarios y opiniones, ayuda a crear un clima de linchamiento y a justificar que un poder gubernamental o de facto acalle las voces que lo critican. De por sí, el que se inconforma, muchas ocasiones lo hace con riesgos para su integridad física y psicológica. La reflexión anterior me vino a la cabeza luego de que noticiarios, agencias y periódicos denominan “activista” a Marisela Escobedo Ortiz, cobardemente asesinada en Chihuahua el jueves pasado mientras exigía justicia para su hija, victimada también por un tipo dejado libre por tres jueces. La señora no era una “activista”, no era una “agitadora política”; era una madre que, como las mamás de las asesinadas en Ciudad Juárez, demandaba justicia… algo que en México no suele existir. Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones