| “ Propósitos de año nuevo” Por: EL INFORMADOR 2 de enero de 2010 - 23:00 hs Ayer decíamos... Primero que todo deseo que el año que comienza lo haya recibido de maravilla, si no fue así, deseo que se le mejore, y si no se le mejora que Dios, la Naturaleza, el destino, la energía circulante, las meigas, o los espíritus piscapochos —en lo que usted crea— se lo componga, porque según dicen los que saben de esto, la cosa va estar del perrazo; ahora que si usted quiere la versión feliz, ponga atención a la numerosa publicidad del Gobierno y después de oírla pregúntese si usted y yo vivimos en el mismo país que los del Gobierno. En las leyes de Murphy, uno de los más optimistas filósofos callejeros, se sostiene que no hay nada que esté tan mal que no pueda empeorar. Si nada de esto le recomiendo resignación, aunque dicen que un pesimista es un optimista bien informado. Lo que toca es hacer buenos deseos, propósitos de año nuevo por lo general tan irrealizables como falsos los anuncios gubernamentales. El más popular es bajar de peso, seguido muy cerca por dejar de fumar, por mi parte prometo solemnemente dejar de fumar sólo cuando estoy dormido, es más, este año ratifico mis propósitos del pasado año, prometo no dejar de fumar salvo caso de fuerza mayor como puede ser morirme, no dejar de comer, aunque puedo como parte de mi dieta prometer no comer más verduras que las que vienen en el jamón serrano —mi vegetal predilecto— y la tercera promesa que haré, que por cierto es la más difícil de cumplir, ya que la he incumplido en los pasados seis años, es leer algo de Monsiváis. A ver cómo me va, ya les contaré. Yo creo que el problema de los mexicanos es que nos comparamos mal, los del Gobierno se comparan con los países del primer mundo, cuando nosotros somos del tercero y no de los más bien calificados, económica y políticamente a los países que más nos parecemos son a los de África, proporcionalmente el más parecido es Libia, sólo que nosotros con 110 millones de habitantes y ellos con siete millones. En lo económico por ahí andamos. Nuestro país es mucho, pero mucho más violento, pero en impunidad tenemos las mismas proporciones, o sea que ni allá ni acá castigan a la mayoría de los culpables. Si lo pasamos al plano personal, más o menos es lo mismo, las mexicanas se comparan con danesas, alemanas y pues no quedan satisfechas, tanto es así que en estos momentos hay más rubias en nuestro entorno que en Suecia, sólo que nuestras rubias coquetamente se pintan raíces negras donde inicia su blonda cabellera, por qué no compararse con su propia liga. Los mexicanos nos comparamos con los artistas del celuloide como Brad Pitt y soñamos, más bien imaginamos que si bajamos de peso quedaremos como él y vamos a suponer que logre bajar de peso, probablemente no quede como el Aquiles de Troya, sino como un Huehuenche de la toma de Tenochtitlán, y el cuerpo atlético se convierte en una pellejera y uno queda como toro cebú. Tolito es de la idea que compartimos muchos de que no todas son bellezas, pero indudablemente todas tienen su atractivo, nada más hay que fijarse, por eso en materia de conquistas el tío opina que las bonitas por bonitas y las feas por extrañitas, y cuando alguien le dice que él no está de primera, él contesta que siempre habrá un roto para un descosido. De manera que usted debe permanecer con el ánimo en alto, panza feliz, sonrisa al viento, si quiere una sonrisa enigmática, que la gente se quede con la curiosidad de por qué se ríe, hágase como un tío al que le decían que debía ser padrísimo ser idiota, porque él se veía tan contento siempre. Entre los políticos hay de varios, los que se van que se sienten como Adan expulsado del Paraíso, y más que una gran mayoría de los que se quedarán desamparados casi nunca se han ganado la vida como la raza de a pata y han estado pegados a la ubre oficial de la que harán hasta lo imposible por permanecer en la chamba. Por otro lado, a los que entran hasta el paso les cambió. Tanto unos como otros dependen de ser o haber sido cuates de alguien que los nombró o los nombrará. Vaya para unos mi solidaridad en su desgracia y a los otros mi felicitación. Aunque sería bueno que unos y otros recuerden que habiendo desquite el juego es parejo y por eso este juego da muchas vueltas. Lo que ciertamente me choca es que alguien diga que lo hace por amor al pueblo o las ansias de servir, eso sí que no me lo creo, como en todos lados habrá personas en la burocracia que son serviciales y otros incapaces de hacer un servicio, pero unos y otros estarán ahí por el cheque. Con tanta burocracia y organismos “ciudadanos” me gustaría mucho saber cuántos aspirarían al puesto, si no hubiera posibilidad de acceder a la nómina o presupuesto. Así que saque fuerzas de flaqueza o de gordura, pero anímese, esto puede ser más malo, pero por mal que pinte el negro siempre habrá alguien que esté peor que nosotros y ciertamente ayuda mucho compararse con los que están peor y no con aquellos que no están a nuestro nivel ni a nuestro alcance, lo que no significa que no aspiremos a mejorar. CARLOS ENRIGUE / Abogado. Correo electrónico: ayerdeciamos@hotmail.com Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones