La tierra ''se comió'' a ocho policías

ÚRSULO GALVÁN, VERACRUZ (21/ENE/2013).- El teléfono sonó. Pero no hubo respuesta. Una y otra vez. Nada. De eso hace ya una semana. La pregunta era muy sencilla: saber si querían algo de cenar. Desde entonces son ocho los policías desaparecidos.

Familiares de los elementos del municipio Úrsulo Galván, Veracruz, señalan que la última ocasión que tuvieron contacto con sus familiares fue el viernes 11 de enero, luego de un rondín.

“Salieron al recorrido a las seis de la tarde y fueron interceptados en la zona de El Arenal, no sabemos por quién, pero a partir de ahí desaparecieron. Nos dimos cuenta cuando les hablamos para llevarles la cena”, señala la esposa de uno de los dos comandantes del grupo de uniformados municipales, quien solicita el anonimato.

De acuerdo con los familiares y amigos, se trata de Samuel Montiel Perdomo, Guillermo Torres Perdomo, Alejandro Báez Hernández, Javier Arauz Colina, Luis Javier Valenzuela González, Aureliano Sánchez González, Agustín Rivera Bonastre y Juan Carlos Montero Parra, de quienes no existe indicio que los vincule con la delincuencia.

Los compañeros de los desaparecidos renunciaron y el gobernador Javier Duarte de Ochoa anunció que la Policía Estatal se haría cargo de las labores policiacas en el municipio.

Desde el pasado sábado 12 de enero, cuando se dio a conocer la información sobre la desaparición, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y del Ejército acudieron al municipio para colaborar en la búsqueda, según el secretario de Seguridad Pública de Veracruz, Arturo Bermúdez.

El presidente municipal de Úrsulo Galván, Martín Verdejo, acompañó el 16 de enero a los familiares a levantar las denuncias personales ante el Ministerio Público de la ciudad de Cardel por cada uno de los desaparecidos. Previamente, el alcalde presentó una denuncia, según el expediente 27/2013.

Los familiares y amigos suspendieron la acampada nocturna que mantenían desde el fin de semana frente al Palacio Municipal de Úrsulo Galván.  Confirman que no han recibido ninguna llamada de amenaza o para pedir rescate. “No hemos tenido represalias, ni presiones, ni llamadas. Nada”.  

FRASE

"El munícipe puso una demanda en la Procuraduría General de la República y nosotros vamos a ratificar con una demanda por cada una de las afectadas".

Esposa de uno de los agentes.