Viernes, 01 de Noviembre 2024
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Cultura

“La Casa de los Perros”, sitio histórico, museo y leyenda

Está ubicada en el Centro Histórico, sobre el Paseo Alcalde, y actualmente alberga el museo del periodismo y las artes gráficas

El Informador

Como punto de reunión y como  un signo de ubicación o espacio de encuentro y recreación, la finca que se encuentra en pleno Centro Histórico de la ciudad, justo en el Paseo Fray Antonio Alcalde número 255, entre calles San Felipe y Reforma, es conocida popularmente como “La casa de los perros”.

Bajo la administración del Gobierno municipal, es la sede (desde 1994) para el Museo del Periodismo y Artes Gráficas (MUPAG).

Una historia singular

El sitio donde hoy día se halla la icónica casa, se estableció la primera imprenta formal de la Nueva Galicia, en el año de 1792, por don Mariano Valdez Téllez Girón, a quien le fue concedida la licencia de la Real Audiencia para instalarla; con todo, si por algo se reconoce es porque en 1810, en esta imprenta se publicó por parte del bando Insurgente el primer periódico contra las autoridades peninsulares durante la guerra de la Independencia de México, el cual llevó por nombre “El Despertador Americano. Correo Político Económico de Guadalajara”.

De este medio impreso se tiraron siete números en total, a partir del 20 de diciembre de 1810 y hasta el 17 de enero de 1811, cada uno con un tiraje de 2 mil ejemplares, los que se vendían en 2 reales a los ciudadanos, pues buscaba crear conciencia social y ser una voz política en el contexto de la guerra; sin embargo, su publicación duró poco debido a la derrota de Hidalgo frente a las tropas de Félix María Calleja, en el Puente de Calderón.

Fue diseñada por el arquitecto Arnulfo Villaseñor Carrillo para don Jesús Flores Arreola, destacado empresario tequilero, cuya segunda esposa, María Ana González-Rubio, preservó su legado hasta hoy. EL INFORMADOR/Archivo

Arquitectura y tequila

Ahora bien, la edificación actual se estima fue construida en el año de 1896, fue una obra a cargo del arquitecto Arnulfo Villaseñor Carrillo, como encargo del propietario original que fue don Jesús Flores Arreola, un acaudalado empresario tequilero, dueño de varias haciendas, que cuando adquirió la finca estaba casado con María Tomasa del Refugio Martínez y Montoya, de quien quedó viudo en 1887, para luego contraer segundas nupcias con la señorita María Ana González-Rubio de la Torre, gracias a quien se mantiene la finca como se conoce actualmente.

Lo anterior, porque fue a petición de la nueva esposa que la casa se remodeló y amplió, y fue gracias al conocimiento de Arnulfo Villaseñor que se extendieron las proporciones clásicas de la planta baja, de un estilo sobrio, dórico, mientras que en la alta, las columnas que se instalaron fueron de un estilo compuesto, esto es, una combinación de los estilos jónico y corintio.

Por otra parte, el elemento que más ha llamado la atención son las estatuas de dos perros pointer que se ordenaron a la J. L. Mott Iron Works de Nueva York (Estados Unidos), misma empresa que se encargó de fundir los espectaculares faroles en el exterior del Teatro Juárez de la ciudad de Guanajuato, en 1907. Con todo, los canes vigilan hacia el norte y sur desde lo alto de la casa, y se dice que representan mascotas que tuvo el propietario en el pasado.

El empresario murió un año después de que la casa quedará terminada, pero la viuda se casó después con don José Cuervo Labastida, quien administraba las propiedades del difunto esposo de doña Ana, y que a la postre se convirtió en dueño de la empresa que produjo el conocido tequila “José Cuervo”.

Además de explorar la historia del periodismo, se exhiben artículos relacionados con medios de comunicación y una sala didáctica que muestra la impresión y encuadernado de antaño. EL INFORMADOR/Archivo

Su uso hoy día

Actualmente, la casa que se encuentra justo frente a Plaza de la Reforma, es el sitio en el que se encuentra el MUPAG, uno de los recintos culturales del Gobierno tapatío (inaugurado en el año de 1994); así, en su interior, la hemeroteca resguarda un acervo periodístico y literario de los primeros diarios y publicaciones periódicas de Guadalajara; desde aquellos que surgieron durante la Independencia de México hasta la época actual.

En este sentido, además de conocer la historia del periodismo en sus instalaciones, se encuentran en exhibición permanente muchos artículos relacionados con los medios de comunicación y su historia local: cabinas de radio del siglo pasado, máquinas de escribir, antiguas imprentas y,  también,  una sala didáctica donde se muestra cómo era la impresión y encuadernado.

De igual forma, se cuenta con una biblioteca, un estudio de televisión y set de radio, además de contar con un auditorio (con capacidad para 80 personas) para la realización de diferentes eventos y cuenta con tres salas para exhibición (permanentes) y un amplio patio central.

Para recordar

  • El edificio donde se encuentra el MUPAG fue cerrado al público en el mes de diciembre de 2016. 
  • El  cierre fue antes de que se realizaran las labores subterráneas para la construcción de la Línea 3 del Tren Ligero.
  • Se hicieron trabajos por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes,  y del Instituto de Ingeniería de la Universidad Autónoma de México (UNAM), verificados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
  • Tras el paso de la tuneladora se detectaron daños en la estructura de la casa y se propuso reforzarla y consolidarla para evitar mayores afectaciones por vibración (sobre todo). 
  • Las labores de rehabilitación del inmueble continuaron y el recinto cultural finalmente abrió sus puertas el 28 de abril de 2022.
El museo reabrió sus puertas el 28 de abril de 2022, después de trabajos de rehabilitación y reforzamiento estructural para proteger el edificio durante la construcción de la Línea 3 del Tren Ligero. EL INFORMADOR/Archivo

Una leyenda, la más conocida

Surgió a raíz de que su propietario y su esposa, se dice, prometieron rezar un novenario en cada aniversario luctuoso de quien muriera primero, y ese detalle (que no puede verificarse)  dio origen a la historia. 

En este sentido, se cuenta que a quien logre terminar un novenario a medianoche, en la tumba de don Jesús, acompañado de una veladora, se le aparecería el fantasma del difunto para revelar la ubicación exacta de las escrituras de “La Casa de los Perros”. El relato dice que un par de hermanos del dueño, lo habrían intentado; pero ninguno lo logró. Con todo, la tumba está en el centro del panteón de Mezquitán, por si alguien se interesa.