Especialistas extranjeros atienden a niños con secuelas de quemaduras

GUADALAJARA, JALISCO.- Durante los días 5, 6 y 7 de junio, 122 menores con secuelas de quemaduras fueron valorados por expertos del Hospital Shriners de Galveston, Texas, en el Hospital Civil “Dr. Juan I. Menchaca”.

Esta jornada contó con el apoyo de 22 profesionales procedentes de la institución norteamericana, entre médicos, enfermeras y psicólogos, quienes trabajaron con un equipo similar de la Unidad de Atención a Niños con Quemaduras del Hospital Civil.

Los pequeños son originarios de la Zona Metropolitana de Guadalajara, así como del interior del Estado y otras regiones del occidente del país.

Mediante rueda de prensa, el jefe de la unidad, Ariel Miranda Altamirano, informó que durante las clínicas se hizo una valoración, seguimiento quirúrgico y rehabilitación a los pequeños, además se realizaron 32 procedimientos quirúrgicos a 25 pacientes, pues algunos de ellos necesitaron más de una cirugía.

Uno de los objetivos de las jornadas de colaboración, indicó el médico, es la capacitación del personal del nosocomio jalisciense, además de ofrecer atención de alta especialidad a los pacientes, evitando que muchos tengan que ser trasladados al extranjero para su rehabilitación.

Agregó que la primer causa de quemaduras por las que un niño llega al hospital, es por escaldadura, es decir, por derramar líquidos calientes en los pequeños, seguidas por las lesiones ocasionadas por el fuego directo y las producidas por electricidad.

Estas jornadas se realizan dos veces al año, y la próxima se tiene contemplado que se lleven a cabo en el mes de diciembre.

Por su parte, el cirujano plástico del Hospital de Galveston, Ted Huang, señaló que las visitas al hospital han sido de gran importancia para el intercambio de conocimientos de ambos nosocomios, por lo que el beneficio no es sólo para los niños atendidos, sino para todos los profesionales de la salud.

A lo largo de ocho años de realización de las clínicas de valoración, se han atendido a mil 520 niños y 610 han tenido que ser trasladados al país vecino para recibir un tratamiento para las secuelas de sus quemaduras.