Domingo, 12 de Octubre 2025
Internacional | Algunos de los exiliados que aún quedan en el campamento han sido separados de sus familiares

Uganda rechaza acusaciones de la ONU de que expulsó del país a refugiados

Las autoridades ugandesas han repatriado por la fuerza a, por lo menos, mil 700 ruandeses que vivían en el campamento para refugiados de Nakivale

Por: EFE

Los refugiados fueron convocados con el pretexto de que iban a recibir comida y se les forzó a subir a los camiones. ESPECIAL  /

Los refugiados fueron convocados con el pretexto de que iban a recibir comida y se les forzó a subir a los camiones. ESPECIAL /

KAPALA, UGANDA (20/JUL/2010).- Uganda rechazó hoy las aseveraciones de la ONU de que la semana pasada las autoridades de Kampala expulsaron del país a cerca de dos mil "auténticos refugiados ruandeses" y aclaró que los repatriados son "sólo aquellos cuyas solicitudes de asilo no fueron aceptadas".

"Ningún refugiado auténtico ha sido forzado a salir del país", afirmó en rueda de prensa el ministro ugandés para los Refugiados, Tarsis Kabwegyere, quien también explicó que "aquellos que buscan asilo quedan bajo la responsabilidad de la Alta Comisaría de la ONU para los Refugiados (ACNUR) sólo después de que sus solicitudes han sido aprobadas".

Desde la semana pasada, las autoridades ugandesas han repatriado por la fuerza a, por lo menos, mil 700 ruandeses que vivían en el campamento para refugiados de Nakivale, en el oeste de Uganda, y tres de ellos, que se negaban a volver a Ruanda, saltaron del camión en el que eran llevados hacia la frontera y murieron.

Kabwegyere admitió el incidente, aunque insistió en que los muertos fueron dos y no tres como afirma la ACNUR.

La agencia de la ONU fue mantenida al margen de la operación de repatriación de los ruandeses, que fue denunciada también por la organización humanitaria Human Rights Watch.

Una funcionaria de ACNUR, Veronique Genaille, quien trabaja en la región de Mbarara y confirmó no haber sido informada de la operación, es citada por la prensa local diciendo que los refugiados fueron convocados con el pretexto de que iban a recibir comida y se les forzó a subir a los camiones.

"La gente fue convocada a presentarse en la oficina del campamento para una distribución de comida. No llevaban nada consigo y lo único que pudimos darles fue agua para el viaje. No fue la mejor manera de hacer las cosas, al menos tendrían que haberles permitido recoger sus pertenencias" antes de expulsarlos, dijo Genaille.

La funcionaria de ACNUR agregó que muchos de los refugiados que aún quedan en el campamento han sido separados de sus familiares pues no todos concurrieron al supuesto reparto de alimentos.

"Tenemos niños que han quedado separados de sus padres y no sabemos si éstos han sido repatriados o si huyeron hacia las aldeas aledañas para evitar ser expulsados", puntualizó.

Uganda ha endurecido su posición frente a los extranjeros que viven en el país desde que 76 personas resultaron muertas y un centenar heridas tras los ataques terroristas suicidas lanzados el pasado día 11 por el grupo extremista islámico somalí Al Shabab contra dos locales en Kampala donde decenas de personas veían por televisión la final del Campeonato del Mundo de fútbol.

El jueves pasado, en su primer discurso a la nación desde los ataques, el presidente ugandés, Youeri Museveni, prometió "llevar la guerra a cualquier parte donde Al-Shabab se encuentre" y delineó asimismo un plan para hacer frente a los ataques terroristas dentro del país.

"Dentro de Uganda vamos a eliminar todos esos elementos o argucias (legales) que esta gente ha estado usando. El principal problema es nuestra actitud relajada y la atmósfera liberal de nuestro país que no interfiere en los asuntos privados de la gente. Nunca hemos vigilado a los extranjeros que llegan aquí y ellos (los terroristas) se aprovecharon de ello", aseveró Museveni.

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