Obama es desplazado por Putin

NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS (31/OCT/2013).- Los tiempos cambian en el ajedrez del mundo globalizado. Para la revista Forbes, que cada año elabora su lista de los más poderosos del mundo, el presidente ruso Vladimir Putin es el número 1 del planeta, y desplaza de esa posición al mandatario estadounidense Barack Obama.

Putin ha ejercido una política de mano dura en Rusia desde que en 1998 emergió como presidente interino tras la renuncia de Boris Yeltsin. Ese año lo había comenzado como director del Servicio Federal de Seguridad, sucesor de la ex tinta KGB. En 2000 y 2004 ganó las elecciones para los que fueron sus primeros mandatos oficiales y como en 2008 por mandato de la Constitución no podía asumir  un tercer periodo, optó por competir al cargo de primer ministro, lo que logró sin problemas y ya en 2012 volvió a hospedarse en el Kremlin por cuarta vez en su vida.

Vladimir Putin ha mantenido una línea bien definida como el contrapeso en la balanza mundial. Rusia opera como la contraparte de Estados Unidos, y es ahí donde ha logrado sus mejores dividendos en los recientes años con apoyos a naciones del mundo árabe rivales de Washington, así como a países latinoamericanos de tinte socialista como Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua, entre otros.

Quien irrumpe en esa lista de las 72 personas más poderosas del mundo es el argentino Jorge Mario Bergoglio, mejor conocido como el Papa Francisco, quien  ocupa la posición tres, por encima del secretario general del Partido Comunista Chino, Xi Jinping, mandamás de la nación más populosa del mundo.
“La elección en marzo de Francisco ha infundido nueva energía a la religión más grande del mundo con mil 200 millones de adeptos en todo el  planeta”, señala Forbes en su perfil Bergoglio.

La canciller alemana, Angela Merkel, aparece en el quinto puesto de la lista, seguida de Bill Gates, el multimillonario cofundador de Microsoft.
En la lista del año pasado, el primer lugar era para Obama, seguido por Merkel y Putin en el podio de honor, con Gates y el anterior papa, Benedicto XVI, completando el quinteto de cabeza.


CLAVES

Este año Moscú ha puesto tres “estate quieto” a Washington

1.- Ojivas nucleares. En su visita a Berlín, en junio pasado, Barack Obama llamó a reducir el número de cabezas nucleares estratégicamente desplegadas de su país en un tercio si el Gobierno ruso se comprometía a recortes similares. La respuesta del Kremlin fue un no contundente, e incluso amenazó con no respetar el acuerdo vigente.

2.- Snow den. El caso del ex analista de la CIA enfrentó de nuevo a Washington y Moscú a mediados de año, pues Edward Snowden reveló las actividades de espionaje estadounidense. El 1 de septiembre, Snowden recibió asilo político por parte de Rusia, pese a la petición estadounidense de detenerlo y entregarlo. Putin asestó un segundo golpe a Obama.

3.- Siria. En el seno del Consejo de Seguridad de la ONU Rusia se portó como el escudo de Siria, lugar de Asia donde se libra una encarnizada guerra civil desde hace dos años y medio. Moscú siempre vetó cualquier intento de Occidente de atacar unilateralmente al régimen de Damasco. Incluso EU valoró la posibilidad de un ataque quirúrgico.