La Haya.- El ministro de Justicia holandés, Ernst Hirsch Ballin, decidió hoy interrumpir por tres meses la condena a cadena perpetua a Lucy de Berk, una enfermera que en 2006 fue considerada culpable de la muerte de siete pacientes, uno de ellos un bebé de seis meses.El ministro basó su decisión en una investigación llevada a cabo por el procurador general del Tribunal Supremo, según la cual "existen dudas serias si la condena a la señora De B. (Berk) en este caso ha sido justa", según se lee en un documento del Ministerio de Justicia difundido hoy.En concreto, la investigación concluyó que uno de los pacientes no falleció por envenenamiento, sino por muerte natural.De Berk, que en todo momento se ha declarado inocente de los asesinatos, podrá gozar de tres meses de libertad a partir de hoy, en espera de que se decida si se reabre su caso.La fiscalía holandesa acusó en un principio a la enfermera de la muerte de 13 pacientes y del intento de asesinato de cinco más, tratándose en todos los casos de bebés, niños o de ancianas en situación crítica.Durante el juicio se analizó el hecho de que los pacientes siempre fallecían durante el turno de guardia de la enfermera, de la que se dijo que tenía la personalidad de un asesino en serie.Además se usaron como prueba citas de su diario, en las que se hablaba de una "compulsión", lo que De Berk justificó como su tendencia a echar las cartas a sus pacientes. EFE 02-04-08 IJALH
