La policía desaloja el mayor campamento nómada en Gran Bretaña

CRAYS HILL, GRAN BRETAÑA (19/OCT/2011).- Policías antidisturbios comenzaron el miércoles a desalojar el mayor campamento ilegal nómada en Gran Bretaña, usando pistolas eléctricas contra manifestantes que los agredieron con palos, rocas y orina.

Los agentes derribaron las vallas en la parte trasera de la Granja Dale, cerca de Basildon, en Essex, en el este del país, mientras en la entrada los alguaciles derruían muros bajos de ladrillos y las excavadoras esperaban detrás, poniendo fin a una batalla legal que se ha prolongado una década.

El desalojo de alrededor de 400 nómadas -parte de una población itinerante conocida como 'travellers' en el Reino Unido e Irlanda- marca el punto culminante de una de las disputas urbanísticas más polémicas y amargas de los últimos años.

El ayuntamiento dijo que las conversaciones para lograr una resolución pacífica se habían agotado y que los habitantes del campamento y sus simpatizantes no tenían intenciones de cooperar con el operativo de limpieza en el lugar.

Las autoridades sostienen que la policía lanzó la operación debido a que recibió información de que podían producirse incidentes violentos y que se habían almacenado armas.

"Tengo absolutamente en claro que después de 10 años de negociación para intentar encontrar una solución pacífica a esto, lo que estamos haciendo es lo correcto", dijo el líder del municipio de Basildon, Tony Ball, a periodistas.

"Creo que por el nivel de violencia que ejercieron los manifestantes esta mañana, fue absolutamente acertado que la policía condujera esta operación", agregó.

Unos pocos manifestantes enmascarados lanzaron piedras y líquidos inflamables a la policía tras unas frágiles barricadas de madera y neumáticos, mientras salían llamas de una caravana.

La policía de Essex dijo que utilizó pistolas taser -que emiten descargas eléctricas- contra un manifestante y que había siete detenidos. Los paramédicos trataron a seis personas y una mujer fue trasladada al hospital con una herida en la espalda.

Los habitantes del lugar criticaron las tácticas de la policía.

"La única violencia premeditada vino de la policía; sabían exactamente lo que estaban haciendo cuando comenzaron a golpear y a dar descargas eléctricas", dijo Mary Sheridan, residente de la Granja Dale.

Algunos residentes y simpatizantes habían prometido que iban a resistir a la expulsión "hasta el final".

Los residentes habían obtenido una tregua el mes pasado cuando el Tribunal Superior emitió un mandato que impedía a las autoridades desalojar el terreno, pero la batalla terminó la semana pasada cuando perdieron la última sesión legal del caso.

Los nómadas sostienen que el desalojo viola sus derechos humanos y es un ataque contra un grupo vulnerable cuyo estilo de vida no encaja con lo que se considera normalidad.

El ayuntamiento argumenta que es una disputa urbanística y que los nómadas han violado la ley al construir ilegalmente en el cinturón verde, una zona rural alrededor de Londres que pretende frenar la expansión urbana.

Muchos vecinos se habían quejado de los residuos y el ruido que venía del lugar.