Viernes, 26 de Julio 2024
Internacional | Los datos provisionales han dado una victoria parcial a la alianza Frente Sandinista de Liberación Nacional

Impiden sandinistas marcha de oposición

El ex vicepresidente de Nicaragua, Sergio Ramírez, dijo que la controversia había llegado a crear las condiciones para una posible guerra civil

Por: AP

MANAGUA, NICARAGUA.- Miles de sandinistas se apoderaron de la capital e impidieron una marcha de sus opositores liberales que reclaman que hubo fraude en los comicios municipales del 9 de noviembre, en disturbios que dejaron dos policías y tres civiles heridos.

Provenientes de todos los rincones del país en autobuses y todo tipo de vehículos, los sandinistas coparon las entradas de la ciudad con grupos armados de piedras y garrotes mientras el grueso de sus fuerzas rodearon el Consejo Supremo Electoral (CSE) para demandarle la proclamación de su triunfo.

La comisionada, Vilma Reyes, vocera de la Policía Nacional dijo que aún no tenía un recuento total de supuestos heridos, pero que tiene informes de dos policías y al menos tres civiles lesionados.

El Partido Liberal Constitucionalista (PLC) condenó la violencia y exhortó al presidente Daniel Ortega a ''llamar a la calma a sus simpatizantes''. El mandatario no se ha pronunciado sobre los acontecimientos de los últimos días, en que la violencia viene cobrando fuerza.

Los datos provisionales han dado una victoria parcial a la alianza Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en las elecciones municipales de la capital y el resto del país, pero la opositora alianza del PLC afirma que hubo ''un burdo fraude'' y ha pedido la nulidad de los comicios.

María Eugenia Picado, una mujer del grupo liberal fue atacada por sandinistas, dijo con el rostro sangrando al canal 63 de televisión que fue atacada por ''los policías, a quienes pagamos con nuestros impuestos no fueron capaces de defenderme o intervenir''.

''Yo fui sandinista. Muchos nicaragüenses fuimos sandinistas, pero ya no soy porque son unos bárbaros'', expresó.

Lucía Pineda Ubau, reportera del Canal 2 de la televisión local al que los sandinistas llaman ''vocero de la oligarquía y pelele del imperialismo'' se quejó de que varios policías que estaban en el lugar no intervinieron cuando vieron que un grupo de sandinistas destruían el vehículo en que se conducía con su camarógrafo.

El canal 8 informó que también uno de los vehículos en uso por reporteros fue destruido.

El presidente del CSE, Roberto Rivas acusó a la jerarquía de la iglesia católica de haber hecho ''casi un llamado a no aceptar los resultados'', en declaraciones al Canal 12 de la TV local.

Reveló que se investiga una saturación que hubo en el sistema informático por lo que tiene ''enormes sospechas, de que por alguna razón no controlada por nosotros ni por la empresa local de telecomunicaciones, el sistema se saturó en las juntas''. Agregó que ''sería grave'' que ''elementos tecnológicos'' hubieses intervenido en esas fallas.

El candidato liberal a la alcaldía de Managua, Eduardo Montealegre, ordenó la suspensión de la marcha y optó por concentrar a los simpatizantes liberales en el centro de la ciudad, protegidos por un cordón de policías, mientras sus rivales permanecían a pocas cuadras rodeándolos.

''Quiero que todo el mundo sepa que yo estoy aquí, que no les tenemos miedo. Saben que se quieren robar estas elecciones y que el pueblo de Nicaragua está molesto, está frustrado, está indignado con este robo descarado'', expresó.

La jefa de la policía Aminta Granera dijo que ''hemos protegido, estamos protegiendo y vamos a proteger el derecho a la vida de las personas'' y reiteramos el mensaje a los líderes políticos a actuar con cordura''.

El ex vicepresidente del país Sergio Ramírez dijo que la controversia había llegado a crear las condiciones para una posible "guerra civil".

''Si se pierde la fe en la democracia, como está ocurriendo, me parece que el destino del país va a ser muy grave'', declaró en México, donde participa del homenaje al escritor Carlos Fuentes.

Ramírez, quien acompañó a Ortega en sus diez años de gobierno entre 1979 y 1990, señaló que para evitar que la situación empeore, los países de Centroamérica y México deben pedir que se anulen las elecciones.

''Creo que falta todavía que la comunidad internacional se exprese... Yo lo único que pido es que no se olviden de Nicaragua porque se está consolidando una dictadura y no hay que permitirlo'', afirmó.

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