Domingo, 16 de Junio 2024
Internacional | El Pontífice recuerda que la Liturgia propone para la Cuaresma tres prácticas: la oración, la limosna y el ayuno

Anima el Papa al ayuno

Benedicto XVI así lo ha manifestado en su Mensaje para la Cuaresma 2009

Por: SUN

CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI ha exhortado a los fieles a recuperar el valor y el sentido del ayuno durante la Cuaresma, señalando que en esta sociedad del bienestar ha perdido su valor espiritual y se ha convertido en una medida terapéutica para el cuidado del propio cuerpo.

Benedicto XVI así lo ha manifestado en su Mensaje para la Cuaresma 2009, que tiene como lema "Jesús tras ayunar durante cuarenta días y cuarenta noches al fin tuvo hambre", presentado hoy en el Vaticano por el cardenal Paul Josef Cordes, presidente del Consejo Pontificio "Cor Unum", el organismo de la Santa Sede que se encarga de distribuir la caridad del Papa.

En su Mensaje, el Pontífice recuerda que la Liturgia propone para la Cuaresma tres prácticas penitenciales, la oración, la limosna y el ayuno y que éste último es una gran ayuda para evitar el pecado y todo lo que induce a él.

"Por esto, en la historia de la Salvación encontramos en más de una ocasión la invitación a ayunar", agregó el Obispo de Roma, que subrayó que "puesto que el pecado y sus consecuencias nos oprimen a todos, el ayuno se nos ofrece como un medio para recuperar la amistad con el Señor"·.

Benedicto XVI hizo un recorrido por la historia sagrada, subrayó que el mismo Jesús ayunó durante 40 días y 40 noches y que al final del mismo dijo que "no sólo de pan vive el hombre", lo que supone -precisó- que "el verdadero ayuno tiene como finalidad comer el alimento verdadero que es hacer la voluntad del Padre".

El Papa Ratzinger manifestó que en la época actual, el ayuno ha perdido un poco su valor espiritual "y ha adquirido más bien, en una cultura marcada por la búsqueda del bienestar material, el valor de una medida terapéutica para el cuidado del propio cuerpo".

"Está claro que ayunar es bueno para el bienestar físico, pero para los creyentes es, en primer lugar, una terapia para curar todo lo que le impide conformarse a la voluntad de Dios", añadió.

El Pontífice agregó que el ayuno puede ayudar a "mortificar nuestro egoísmo", a evitar el pecado y a acrecentar la intimidad con Dios, "ya que privarse del alimento material que nutre el cuerpo facilita una disposición interior a escuchar a Cristo".

Benedicto XVI animó a los fieles y a las comunidades parroquiales a intensificar durante la cuaresma el ayuno, así como la oración y la limosna.

El cardenal Cordes dijo que ayunar no significa "despreciar nuestra carne, ya que el mismo Hijo de Dios la asumió para convertirse en nuestro hermano", sino que supone desprenderse y unirse a Cristo, "para recibir el don del amor que renueva el ser cristiano".

El Mensaje papal es la "antesala" de las actividades del Pontífice durante la Cuaresma. El 25 de febrero se trasladará a la basílica romana de Santa Sabina para presidir los ritos del Miércoles de Ceniza, que abren el tiempo de Cuaresma.

El domingo 1 de marzo se retirará durante una semana de ejercicios espirituales en el Vaticano, que concluirán el sábado 7 de marzo. Durante esa semanas todas las actividades públicas del Papa quedarán suspendidas, entre ellas la audiencia general de los miércoles.

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