Por Aurelio LópezAficionados, continuando con la dinámica del día de ayer, hoy comparto con ustedes más momentos que para mí, por diversas razones, son los más importantes en el deporte durante el ciclo en vísperas de expirar.Invasión mexicana. El campeonato logrado por el regiomontano Daniel Suárez en la Xfiniti Series de la Nascar en los Estados Unidos es un increíble parteaguas para el automovilismo en nuestro país. El talento mexicano en el automovilismo nunca ha estado en duda, podríamos hablar de la época dorada en el Campeonato Mundial de marcas donde Pedro Rodríguez dominó la categoría a bordo de los que muchos pueden argumentar el periodo más veloz y peligroso en el automovilismo mundial, o de los múltiples campeonatos logrados por el talentoso piloto capitalino Guillermo Rojas Jr., que durante más de cinco años ha puesto en lo mas alto del podio los colores patrios en pistas tan emblemáticas como Daytona y Sebring, compitiendo en el serial Grand AM. La realidad es que dentro de Estados Unidos el serial de Nascar es un deporte nacional, completamente celoso de influencia extranjera y sin escrúpulos para terminar la carrera de algún invasor. Para Daniel el camino difícil empieza ahora que llegue al equivalente de la Fórmula Uno para este tipo de competencia, el mexicano tiene que demostrar el talento y carácter necesarios para conquistar el respeto de sus rivales y el apoyo de tan difícil afición. Nada me entusiasma más que poder apoyar a un compatriota en un reto tan complicado como al que se enfrenta Daniel.Locura en el Green. A principios de octubre fuimos testigos de una revolución en los campos de golf en Minneapolis. Para Estados Unidos esta Copa Ryder en su casa tenía una importante connotación, desde 2008 la copa tenía residencia en Europa. Aunque todo el fin de semana estuvo plagado de buen golf e increíble competencia, todos estábamos ansiosos que el domingo durante el modo de juego de singles lo disputaran el irlandés Rory Mcilroy y el oriundo de San Antonio, Patrick Reed. Los capitanes de equipo no decepcionaron y se desencadenó una ronda de golf memorable, no sólo por el increíble nivel de juego de ambos, sino por la interacción del público, que generalmente se comporta de manera muy respetuosa, durante estos 18 hoyos de competencia la galería que seguía a los jugadores asemejaba más a una afición durante en un partido de basquetbol, donde el apoyo juega un papel importante en el resultado del partido. Aunque no fue durante esta ronda quien decidiera el campeonato sí demostró que la audiencia está lista para ser más partícipe en un juego reservado y sobre todo mostró a ambos jugadores, aceptar y disfrutar el entusiasmo del aficionado. Espero más torneos donde el asistente pueda dejar claro quién es su favorito y apoyarlo sin faltar al respeto a las reglas y tradición del deporte.¡El día de mañana les platico lo que para un servidor fueron los últimos dos momentos decisivos en el deporte durante 2016!Comentarios y sugerencias en maddinformador@gmail.com.
