En la época en la que el general Dwight Eisenhower fue presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon, vicepresidente, hizo una gira por América del Sur donde fue vejado e insultado, llegando en Venezuela al extremo de que los estudiantes le escupieron. Entonces los Estados Unidos invitaron a varios políticos o estadistas de América para que opinasen sobre los motivos de tales vejámenes. Lógicamente no se invitó a personajes sospechosos de nacionalismo e izquierdismo, sino solamente amigos de los Estados Unidos. Sorpresivamente, varios de ellos coincidieron al puntualizar la responsabilidad histórica que correspondía a los poderosos vecinos por la animadversión que se les tiene en nuestros pueblos. La intervención más elocuente fue la del señor José Figueres, ex presidente de Costa Rica y coautor de la Política de Avenimiento para el progreso. Figueres explicó así el ataque contra Nixon: “En los Andes vive un camélido que nombramos llama. Es un animal de carga que soporta pacientemente más de lo que puede cargar. La llama sobrecargada se tira al suelo y escupe al arriero que le echa carga de más. Esto es lo que ha pasado en Sur América contra el ex vicepresidente Nixon”, concluyó sentencioso el ex mandatario costarricense… pero el arriero ha continuado echando más carga a la “llama”, y ahora ésta, ya no tira escupitajos, sino balas.*Según los filósofos de la ilustración francesa, hay que eliminar del cristianismo todos los dogmas irracionales que se han añadido a las sencillas predicas de Jesús en el curso de la historia de la Iglesia.*Los Estados Unidos que unilateralmente condenan la “exportación de revoluciones” en América, no han vacilado en exportar golpes de Estado propiciados por la C.I.A: díganlo si no Brasil, Bolivia, Nicaragua, Guatemala, Santo Domingo, etcétera. La política de expansión e intervención en América Latina originalmente propuesta por Jefferson en 1801, ha sido constante y seguirá amenazando todo intento de independencia y renovación de nuestros países.*Si la organización educacional no contara con elementos para hacerse escuchar en las horas graves; si en sus planes se exaltara la paz y la comprensión para todos los humanos, en tanto que en las resoluciones políticas y económicas imperen el egoísmo de las facciones, la voracidad de los poderosos y las injusticias y cóleras del pasado, la historia, mañana, podría acusarnos de algo más que ingenuidad: de una vasta y sórdida hipocresía. Ningún mentor, ningún centro de enseñanza educa más que la vida misma. Si se educara para la paz mientras la vida educa para la guerra, no haríamos hombres sino víctimas de la vida.*Las puertas del partido dominante en México, siempre han estado y están abiertas a los más disímbolos elementos. Conviven en su seno políticamente explotadores y explotados; los capitostes de grandes empresas y los trabajadores de magro salario; los comerciantes especuladores y los compradores expoliados; los tiburones y las sardinas; los nuevos ricos de la política y los no menos nuevos de la ola bancaria e industrial; los jacobinos y los clericales. Así, el pluriclasismo del partido mayoritario es un maremágnum de intereses encontrados bajo una teórica declaración de principios que simula dar cohesión, a lo que simple y llanamente es irreconciliable.* Los ecos del mundo nos traen cada día palabras de amenaza, estridencias de armas, ruidos de fraguas en que se forjan instrumentos de agresión o de defensa ante la agresión. Hace años que el conflicto de magnitud sin precedente, la Segunda Guerra Mundial, amainó, y en mucho vio extinguirse sus últimas llamaradas, y, sin embargo, el fuego de otro conflicto más cruento parece ya devorar a los hombres en lo más individual de su vida: en sus conciencias.*La desesperación es mala consejera, y los desesperados, pésimos asesores.