“La providencia y la fe mantienen esta casa en pie.” Así reza en un slogan que pende de la pared de esta casa que alberga a los ancianos desamparados. Orígenes: “Somos una institución sin fines de lucro dedicada a proteger y cuidar a los ancianos en estado de abandono o desamparo y prodigarles todo género de asistencia, mediante un servicio integral, en un ambiente apropiado a sus condiciones, carisma de la Congregación Religiosa de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, de origen español, fundada en 1873 y establecida en México desde el año 1889. Se cuenta a la fecha con 10 casas ubicadas en nueve Estados de la República, en donde 109 hermanas atienden a mil 187 ancianos desamparados”. Misión: prodigar acogida, ayuda, amor y esperanza los ancianos, siguiendo el ejemplo de María Madre de los Desamparados y de la fundadora de la Congregación, santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars, con entrega, servicio y acercamiento espiritual. Sor Cecilia me cuenta la historia de la Fundación de estas residencias en España, México y Guadalajara, en 1961. “Nace en España posterior a la Guerra Civil de 1936-1939, habían quedado muchos ancianitos tirados y muchos discapacitados, nuestra madre desde chiquita tuvo esta disposición, los recogía en su casa; terminada la guerra vio la necesidad de ampliar el espacio, plasmando su vocación al dar amparo a quienes no tenían comida ni techo y a enfermos sin familias. “El padre fundador y la Santa se conocieron cuando ella, pequeña, llevaba a su madre a unos baños termales por estar enferma, viajaba en el mismo camión el padre Saturnino López Novoa, e intercambiando en la charla los deseos de ambos de servir a los ancianos; esta joven empezó a atenderlos en su casa, posteriormente se unieron los deseos de ambos de hacer una congregación similar a la francesa, pero con hermanas españolas, siendo fundadas por esa joven que llegó a ser Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars; nació entonces la orden española en Barbastro. Posteriormente fundaron otra casa en Valencia, y al enviar folletos para que las conocieran empezaron a pedir ayuda a esta congregación”. A esta ciudad de Guadalajara llegaron por la gran bondad del Cardenal José Garibi Rivera, que le pidió a don Pablo Díez (propietario de la Cervecería Moctezuma), diciéndole que él era de buen corazón y con medios económicos, que hiciera algo por los ancianos. Y por medio de él llegaron estas hermanas a México D.F., posteriormente a otros sitios del país y a esta ciudad en 1961. Ésta es la breve historia de un gran institución que está construida en Zoquipan en un terreno de 17 mil metros, con 10 mil construidos y siete mil de áreas verdes; la Residencia de San José tiene abundante luz natural y bellos jardines, una hermosa Capilla, y donde habitan actualmente 110 ancianos, teniendo cupo para 150, distribuidos en dos dormitorios de 18 camas cada uno para hombres y otro tanto para mujeres y cinco habitaciones para matrimonios. Todo está en vías de remodelación. Y un pabellón para 30 mujeres con habitaciones de tres camas, ya remodeladas, y dos áreas para ancianitos inválidos con 20 camas cada una. “Se les proporciona capilla, alojamiento, alimentación y vestido, atención médica, nutrición, terapia ocupacional, fisioterapia, terapia psicológica, atención espiritual, estética y aseo personal, salón de usos múltiples, peluquería y barbería, lavandería, compañía. Algunos ancianos que cuentan con recursos dan donativos. La mayoría no tienen ni familia, esas personas están absolutamente gratuitas. Las necesidades actuales que tenemos son siempre falta el dinero para pagar teléfono, luz, gas, que son cantidades fuertes, y somos dos mojas que salimos a pedir a bienhechores; en el Mercado de Abastos nos regalan fruta y verdura, otros pollo; nos faltan lácteos: leche, crema, quesos, yogurt. Necesitamos camas para el aérea que remodelamos, colchones, sábanas y colchas, los calentadores solares que son alrededor de 100 mil pesos, y sin estos no podemos usar el área ya remodelada, porque no tenemos par equiparla y que entren muchos más ancianos. “Somos la opción de abrigo y amor para los ancianos desamparados… Ayúdanos al teléfono 3633-3023 y 3633-5999. Gracias por su bondad”.