Existen varios tipos de dietas: • Dietas de bajo contenido calórico. Éstas proporcionan de 400 a 800 calorías por día. Son bajas en grasas y en carbohidratos, y ricas en proteínas de alto valor biológico. Deben de aportar los requerimientos mínimos de vitaminas, minerales, electrolitos y ácidos grasos; estas dietas pueden ser líquidas o sólidas. Cuando se utilizan dietas sólidas se deben ingerir vitaminas y antioxidantes. • Dietas convencionales. Se dividen en dos grupos: dietas balanceadas, en las que se restringen las calorías, pero ningún grupo o alimento predomina; y las desbalanceadas, en las que predomina algún tipo de alimento; en este grupo se incluyen las dietas bajas en azúcares y muchas otras diferentes. • Dietas “milagrosas”. Las identifican por nombres característicos, como la dieta de la toronja, del plátano, de la manzana, de los siete días, etcétera. Estas dietas no aportan los principales nutrimentos, son monótonas y la pérdida de peso se relaciona con la restricción calórica. Una vez que se ha llegado a la fase de mantenimiento (que es cuando se llega al peso deseado), deberá sostener una restricción moderada de ciertos alimentos. Existe un formato de triángulo, al cual se denomina “La pirámide de la salud”, que es una recomendación que se puede hacer en nuestra manera de nutrir nuestro cuerpo. Esta pirámide enfatiza en la base la alimentación constituida por las verduras y frutas, y eso fundamenta la dieta. También se lee de izquierda a derecha, si deseamos saber cuáles son los alimentos idóneos para la salud. Los de la izquierda son los mejores y según nos vamos acercando a la parte derecha encontramos los lípidos, es decir las grasas, que son menos nutritivas. La idea de este formato es mostrar que cada grupo puede tener alimentos convenientes para la salud y otros no tan convenientes que se pueden consumir de vez en cuando; en la parte de arriba, es decir, la punta, se encuentran los alimentos que debemos de consumir en pequeñas cantidades. Una recomendación importante es recurrir a un nutriólogo o a clínicas de belleza que cuenten con asesoría nutricional. Pero sobre todo, tomar la decisión de hacer un cambio en nuestra figura para obtener una persona segura de sí misma y armoniosamente más bella.
