Jueves, 09 de Octubre 2025

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¡Pavel Pardo sigue triunfando!

Por: Emilio Fernando Alonso

¡Pavel Pardo sigue triunfando!

¡Pavel Pardo sigue triunfando!

Hay personas que nacen predestinados a ser exitosos y triunfadores en la vida. Pavel Pardo Segura, tapatío de 40 años de edad, es sin duda uno de ellos. Pavel es hijo de Jorge Pardo y “Cuquita” Segura, quienes le dieron mucho amor y valores sólidos de familia, lo que le ha permitido al ex futbolista ir cumpliendo metas y lograr objetivos como debutar con tan sólo 17 años de edad en el Atlas de la Primera División del futbol mexicano de la mano de Marcelo Alberto Bielsa, pasando después a los Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara, Águilas del América, Selección mexicana de futbol, con la que participó en los mundiales de Francia 98 y Alemania 2006, para después emigrar al Sttutgart de Alemania donde causó muy grata impresión desde que llegó a la Bundesliga, pues al ser entrevistado por primera ocasión hablando en inglés señaló que “su meta era contribuir con su equipo para lograr el campeonato y llegaba con la mentalidad de triunfar”, la respuesta y aseveración de Pardo Segura sorprendió a los periodistas teutones que le respondieron “que no sabes que aquí el Rey es el Bayern Munich y existen también el Shalke 04, Borussia Dortmund, Werder Bremen, Hamburgo y otros equipos más poderosos que el Sttutgart”, a lo que el mexicano sin amilanarse les respondió: “ Ya veremos al final del torneo quién tiene la razón”.

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Pavel llegó al Sttutgart junto a otro futbolista mexicano, Ricardo Osorio, cosa que lo ayudó bastante a no sentirse solo al principio, aunque manejarse muy bien con el idioma inglés le facilitó las cosas, y se adaptó muy rápido a las costumbres de Alemania, y pronto ya se daba a entender en alemán que aprendió durante su estadía en el equipo suabo. Como detalle curioso de su paso por el Sttutgart, al término de la primera vuelta, cuando su equipo encabezaba la Bundesliga, los mismos periodistas que lo habían entrevistado la primera ocasión hablando en inglés, se sorprendieron cuando al abordarlo y reconocer que parecía tener razón en su declaración que venía para ser campeón, Pavel volvió a sorprenderlos al contestar todos sus cuestionamientos en alemán, que en poco tiempo había aprendido a tal grado que entendía las preguntas hechas en ducht, el idioma que hablan los alemanes, respondiéndoles en ese mismo con soltura; Sammy Khedira, seleccionado alemán y su compañero en el Sttutgart, ha dicho en repetidas ocasiones que le aprendió muchas cosas a Pavel, tanto en el campo como en el vestidor y las concentraciones, destacando su profesionalismo y calidad humana. Al final de esa campaña el Stuttgart fue campeón y Pavel Pardo levantó el trofeo parecido a una charola de plata, culminando una gran temporada de los suabos, incluyendo un triunfo sobre el gigante bávaro Bayern Munich, donde Pavel recuerda una gran actuación de su compatriota Ricardo Osorio, quien nulificó al francés Franck Ribéry en ese partido gracias a su velocidad y anticipación.

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Cuando Pavel dejó la Bundesliga para emigrar al América de México  y después pasar al  Chicago Fire de la MLS,  el director deportivo del club suabo señaló, “Pavel Pardo fue más alemán que los propios alemanes del equipo” en alusión a su destacada labor en los entrenamientos y los partidos. Un reconocimiento para este futbolista mexicano que triunfó en toda la extensión de la palabra y hoy lo sigue haciendo, felizmente casado con la tapatía Bárbara Urrea. Ellos viven actualmente en Miami, Florida, donde tienen canchas de futbol que rentan y viven felices y tranquilos, visitando ocasionalmente a sus familiares que viven en Guadalajara. Acaban de estar entre nosotros aprovechando la invitación de ChivasTV, donde Pavel Pardo fungió como analista del juego ante el América el sábado pasado y lo hizo como si hubiera desempeñado esa labor por muchos años, dando sus puntos de vista con gran conocimiento de causa lo que me hizo preguntarle si le gustaría ser entrenador en un futuro, a lo que respondió con honestidad que no, pues no tiene título de entrenador y piensa que podría aportar más desde una gerencia deportiva, cargo que sí le gustaría desempeñar a futuro. Habla con fluidez español, inglés, alemán y se defiende en italiano y portugués, además conserva la sencillez del mismo chamaco que conocimos hace años cuando empezaba en el mundo del futbol. Lo dicho, Pavel Pardo sigue siendo un triunfador.

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