Tal pareciera que Jalisco se esta convirtiendo en algo así como un “amuleto” para quienes aspiran a llegar a la presidencia de la república. Los destapes presidenciales se empiezan a convertir en algo frecuente -luego de que Felipe Calderón lograra su objetivo-, Rafael Moreno Valle no deja de venir a nuestra entidad, seguramente con el mismo propósito, sobre todo luego de descubrir que uno de sus abuelos fue oriundo de éstas tierras.La semana pasada Enrique de la Madrid Cordero, actual titular de la Secretaría de Turismo federal, estuvo de visita de trabajo en Guadalajara y prácticamente se destapó mediante pregunta inducida, afirmo estar preparado para ser candidato, pero sobre todo para ocupar la presidencia de México, y la verdad es que de acuerdo a como se le vio y escucho, no anda tan perdido. Por lo menos habló de manera coherente y su visión no me pareció del todo fuera de lugar.Las divisas y la redistribución de la riqueza nacional son dos de las oportunidades más importantes para salir adelante en cualquier país, y México cuenta con todo para aprovecharlo de la mejor manera, de ahí que la actividad y fenómeno turístico sigan en espera de que alguien tenga la visión necesaria para implementar las políticas públicas y programas necesarios para aprovechar cabalmente todo el potencial con que se cuenta.Del gobierno de Miguel de la Madrid se pueden decir muchas cosas buenas y malas, pero lo que es un hecho, es que desde su arribo se empezó a construir un nuevo orden de poder en México, nuevos cuadros de tecnócratas se incrustaron en el gobierno y el país tomo otro rumbo, desde el cual Carlos Salinas de Gortari ha ocupado un papel protagónico, no obstante los años pasados desde que termino su gestión.ApunteEn el tiempo en el que los presidentes y ex presidentes “pesaban”, Miguel de la Madrid Hurtado intentó en dos ocasiones imponer a su candidato, argumentando que yo era muy joven para ocupar la presidencia de la Benemérita Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística –y lo era-. Le envié una carta firmada por él mismo, a sólo unas semanas de haber dejado la presidencia de México, en la que me agradecía mis puntos de vista respecto a su trabajo en la administración del país, sobre todo en lo relacionado a los nuevos cuadros que arribaban al poder.Luego de lo cual, su candidato me solicitó un mes más para hacer campaña, mismo que le concedí. Al mes regresó y me dijo “tenias razón, no me alcanza, permíteme ser tu vicepresidente”, acepté, gané la elección por unanimidad y aclamación, luego de mi periodo por fin alcanzó la presidencia y ha permanecido ahí durante once años.El periodo estatutario es de tres años, sin derecho a reelección…!!!
