En el Partido Revolucionario Institucional todo les sale mal. Dice el refrán: “Cuando no te toca, aunque te pongas, y cuando te toca, aunque te quites”… y parece una descripción de lo que le pasa a este partido político, tocado por la corrupción, la impunidad y la percepción de injusticia que se manifiesta a lo largo y ancho del país.No es crítica gratuita (aunque a lopezobradoristas y a panistas les suene a música celestial), pero no se puede explicar de otro modo que al presidente nacional priista, Enrique Ochoa Reza, le destapen su cobro de 1.2 millones de pesos a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), por concepto de liquidación, unas horas antes de que se determine la expulsión del muy corrupto gobernador priista de Veracruz, Javier Duarte.Como dicen que dijo Jack “El Destripador”… vamos por partes.Al mandatario de Veracruz le llueve por todas partes. Se ha denunciado su corrupción, su enriquecimiento ilícito y su incapacidad como gobernante desde hace años y desde todos los frentes. Lo hicieron los opositores —el primerísimo en la lista Miguel Ángel Yunes, gobernador electo— y los de casa, hasta convertir a Duarte en el prototipo del político priista corrompido y corruptor, la figura ideal para castigarlo, aplicar la justicia e intentar por fin, recomponer un poco la descompuesta imagen del Presidente Enrique Peña Nieto y del mismo PRI.De hecho, Enrique Ochoa Reza fue impuesto desde Los Pinos, tras la renuncia de Manlio Fabio Beltrones, justo para tareas como esa. Inició su gestión anunciando que combatiría la corrupción propia y ajena, y la apuesta fue sacarlo de la CFE para que encabezara un PRI que se renovaría, que cambiaría la imagen de corrupción e impunidad por la de justicia… y cuando empezaba a hacerlo, se hizo público el cobro de su jugosa indemnización.¿La respuesta de Ochoa Reza? Por increíble que parezca, culpó al partido del que es presidente. El ahora presidente del PRI asegura que “en política no hay casualidades” y por eso atribuye a priistas el haber dado a conocer el cheque de su liquidación laboral justo en el paréntesis en que se fraguaba el castigo a Duarte, el gobernador de Veracruz.Tan partidas están las cosas en el Revolucionario Institucional, que este columnista recibió del presidente del PRI en Jalisco, José Socorro Velázquez Hernández, esta afirmación:“Enrique Ochoa debe explicar ante los mexicanos el dinero que recibió de la CFE… y eventualmente devolverlo”.¿Conoce usted a Enrique Ochoa Reza?, le pregunté. “No lo conocí hasta que rindió protesta como presidente nacional del partido”.Así de claro. Así de simple.Ochoa, el dirigente nacional del PRI, estuvo en Guadalajara y se presentó públicamente en una reunión organizada por el senador Arturo Zamora Jiménez.No convocó la dirigencia del partido, que ni siquiera estuvo invitada, y el senador Zamora (antaño, secretario general de Gobierno en la gestión del mandatario Aristóteles Sandoval) demostró su cercanía con el dirigente nacional… y demostró también la distancia considerable con el comité estatal del partido (así, en minúsculas).¡Cuántas preguntas! ¿Regresará el dinero Enrique Ochoa, como recomienda el dirigente del PRI Jalisco? ¿Sirve de algo “expulsar” a Duarte del PRI? ¿Los priistas de Jalisco, los del lado de José Socorro Velázquez, conocen a Ochoa?Cierto… “cuando te toca, aunque te quites”.