Pobres, ricos y no tan ricos, en términos generales, la mayoría de la población de cualquier parte del mundo se manifiesta en contra de los malos gobiernos que luego llegamos a conocer y/o padecer, pero no siempre los ciudadanos actuamos de la misma manera, ni reaccionamos ante las injusticias que se nos presentan apenas cruzamos la puerta de nuestra casa –y en ocasiones hasta dentro de la misma-, de ahí la trascendencia de que investigadores especializados, conjuntamente con historiadores, antropólogos y todos aquellos profesionales que puedan aportar unan sus conocimientos y experiencia para darnos una versión de lo ocurrido en 1810, con el cura Miguel Hidalgo y Costilla al frente de la rebelión que nos dio independencia (en la medida en que cada cual la conciba).Apenas hace unos días de la semana pasada, el día seis del presente para ser más preciso se conmemoro la gesta histórica protagonizada por don Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte y Villaseñor, quien a su paso por nuestras tierras proclamó la abolición de la esclavitud, no sólo de los ahora mexicanos, sino de todos los habitantes de América, quien con un estandarte de la Virgen de Guadalupe en mano –precisamente la Virgen más venerada de América, y hoy festejada en su día-, se levantó en armas (las pocas con las que contaban a su alcance en aquel entonces los lugareños), en busca de derrocar al mal Gobierno que tanto les asfixiaba hasta provocarles la muerte.Y precisamente para entender y dar a conocer los pormenores del proceso militar y eclesiástico a que fue sometido el cura Hidalgo, el doctor Jorge A. Álvarez Compeán estuvo en Guadalajara para presentarnos en el marco de la FIL uno de los trabajos de investigación más exhaustivos que se conocen en el tema, considerando su punto de vista como abogado y conocedor de la vida y obra de don Miguel Hidalgo.Parte historia y parte leyenda, lo cierto es que luego de 205 años de su degradación, fusilamiento y posterior decapitación tras implementársele un proceso militar y otro eclesiástico, los mexicanos lo concebimos como el Padre de la Patria, su figura como héroe y caudillo de aquél movimiento independentista es, pudiera decir, la más reconocida en nuestra historia nacional.Héroe para muchos y villano para otros, lo cierto es que habríamos de conocer los términos y circunstancias en que el cura Hidalgo, el hombre, el caudillo, el mujeriego y jugador vivió, para poder hacer las consideraciones del caso y así construir, como señala Álvarez Compeán en su libro, nuestra propia definición de lo realizado en beneficio de los mexicanos.Apunte: Hoy como antaño, la necesidad de contar con líderes visionarios y bragados es palpable, aunque el riesgo de morir en condiciones tan indignantes también está presente.
