El sufrimiento humano tiene un amigo inseparable, que es el sentimiento de vacío, que se encuentra en lo más profundo de nuestra experiencia.Será falta de afecto, de excesivo abandono, de un daño directo ocasionado por lo demás, las traiciones y las humillaciones, en fin; el caso es que se genera un hueco interno que no parece llenarse con nada de lo que la vida habitual ofrece.Sólo parece satisfacerlo, algunas experiencias muy intensas y artificiales, en donde uno tenga el poder de crearlas, cuando nos venga en gana.Para ciertos expertos, esta es una de las causas, del por qué han aparecido el mundo de las adicciones en la vida del hombre.Nada que se encuentra en el entorno es suficiente, la desconfianza en los demás, ayuda a a poner distancia al afecto humano, la ira y el enojo con el mundo, le inyectan un pesimismo nefasto al papel de víctima que se asume, ante el desparpajo de una vida sin sentido.Ya no se sabe qué se quiere, qué se busca, en quién encontrar un espacio de confianza, a dónde ir y qué hacer. La desesperación nos abraza y atrapa en una vida melancólica y melodramática.Nada me llena, nada me agrada.Cuando se conocen las drogas es fácil creer, que esa es la ansiada solución para llenar el maldito e insoportable vacío. Y lo peor del caso, es que parece, por momentos, ser cierto. Relajan, arreglan falsamente el mundo de tragedias y agobios que traemos. Hasta parecen proporcionarnos una mágica felicidad. Una jocosa alegría que nos hace divertirnos con situaciones estúpidas y triviales. El vacío se anestesia, se desvanece por instantes y se envuelve en falsas esperanzas.Por eso, en parte muchos corazones vacíos y atormentados, se hacen adictos. Ya no soportan vivir sin la droga que los hace recuperar un bienestar, aunque sea un falso y engañoso disfraz.Por ello, no dejes que el corazón de tus hijos se vacíe, y que el tuyo ya no tenga algo que darle a los demás, porque también lo haz dejado secar.Un corazón lleno, un ser pleno; no necesita buscar recibir, sino que anda en busca de alguien a quién entregarse.