Jueves, 09 de Octubre 2025

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

La ventajas de la adversidad

Por: El Informador

Por Marisa Lazo

Por naturaleza, los seres humanos a lo largo de nuestras vidas buscamos la felicidad y tratamos de evitar a toda costa el sufrimiento, por lo general dejando de aprovechar los beneficios que trae consigo la adversidad.

La adversidad es algo natural y cotidiano. Pelearnos con esta realidad es inútil: no desaparecerá. Hacer un drama sólo agrava la situación. Oponerse es más problemático que la situación misma. El que se ve dominado por la ansiedad, pierde. Al concentrarse en los aspectos dolorosos de alguna situación adversa, seremos incapaces de desarrollar un sentido de fortaleza.

Buen ánimo ante la adversidad, siempre hay que buscar lo bueno, por complicados que sean los tiempos. Suena difícil, pero no imposible, sobretodo cuando realizamos cuánto nos puede aportar. Empecemos por la empatía: aquellos que hemos sufrido podemos entender más fácilmente el dolor del otro, podemos acompañar, solidarizarnos  y ser de más utilidad que aquellos que han nadado siempre a favor de la corriente.

Cuando todo va bien, cuando la vida nos sonríe, no queremos movernos, nos sentimos bien. En cambio, la adversidad nos invita al cambio, es un estímulo para la transformación personal. Es un poderoso motor que nos lleva a cuestionarnos nuestro modus operandi, donde el cambio se hace necesario. Einstein, con su sabiduría nos decía que no podemos seguir haciendo lo mismo y esperar un resultado diferente. Si queremos otra consecuencia, debemos cambiar nuestra forma de actuar, revisándonos internamente, con valentía y con apertura al cambio. Al mundo no lo podemos modificar, pero sí podemos modificar nuestra manera de percibirlo, de leerlo, de vivirlo. Somos co-creadores de ese mundo que experimentamos, aunque no seamos conscientes de ello. Difícilmente nos damos cuenta cuán subjetiva es nuestra interpretación, obviamente la vivimos como objetiva. No vemos las cosas como son, las vemos como somos.

La adversidad nos ayuda también a combatir la arrogancia. Cuando crees que todo va bien, tienes éxito, y puedes llegar hasta pensar que todo lo has conseguido con tu esfuerzo, gracias a tus maravillosas habilidades, siempre pasa algo que rompe esa burbuja, recordándote que todo es temporal, que nada de lo que hemos conseguido lo hemos logrado a solas y que nos somos tan extraordinarios como creíamos.

No se trata, entonces, de eliminar las condiciones de la adversidad, sino de modificar la manera en cómo la interpretamos, como convivimos con ella. Lo que buscamos es liberarnos de la total aversión que sentimos hacia la adversidad. Las cosas vienen y van, y esto, lo más doloroso, también pasará.

El tener presente la impermanencia de las cosas, la transitoriedad de absolutamente todo lo que experimentamos, nos ayuda tanto para enfrentar la adversidad como para convivir con la felicidad. No olvidar que lo que disfrutamos hoy, mañana puede no estar, por lo que lo más prudente es no aferrarnos a ello, gozarlo pero sin apego, para que cuando ya no esté, no nos genere tanto sufrimiento.

Y cuando la adversidad aparezca, tratarla con más aceptación, con buen ánimo, recordando que puede incluso traernos más ventajas que la misma felicidad que tanto perseguimos.

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones