Jueves, 12 de Diciembre 2024

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La rendición de cuentas en México

Por: El Informador

Por Lucio G. Lastra
(lucio.lastra@informador.com.mx)
Estimados amigos y amigas. Quisiera hacer unas reflexiones y comentarios sobre un problema muy complejo, al que nos enfrentamos todos los mexicanos, pero especialmente el sector gubernamental, tanto federal, estatal y municipal. La rendición de cuentas, que nos afecta como ciudadanos y como país.
Tenemos leyes que consideran que los gobiernos y sus funcionarios deben de rendir cuentas a varias instancias de los poderes federales, estatales y municipales, y que además es una obligación hacerlo. También se sabe que se han construido organismos como la Secretaría de Función Pública (antes Secretaría de la Contraloría), Transparencia Gubernamental, Auditoria Mayor de la Federación y de los Estados, y otras instancias en los tres niveles de Gobierno que vigilan o deben de vigilar, que los recursos del Estado, que además son de los ciudadanos, se apliquen con total transparencia, oportunidad, eficiencia. Pero en vez de tener menor corrupción, más transparencia y mayor eficiencia en el uso de los recursos públicos, advertimos con mucha preocupación, indignación y perplejidad, como la corrupción se incrementa y se consolida, como una forma “normal” y aceptada, de actuar y convivir, en todo el país, en la mayoría de las instituciones en los tres niveles de Gobierno. Entonces nos preguntamos, ¿para qué tenemos todas estas instituciones, todas las leyes y reglamentos para evitar la corrupción, el saqueo, el robo; de qué sirven, o a quiénes sirven, o a quiénes protegen? Hemos construido una burocracia “enorme” y “cara”, ineficiente y muy poco transparente, para vigilar que los recursos de los ciudadanos, y del país, ¡y que tenemos! más corrupción, más dispendio, más opacidad y más autocomplacencia. Les quisiera comentar algunos ejemplos por todos conocidos, ventilados en los medios de comunicación, por los políticos, los empresarios, las autoridades, unos actuales y otros no tanto. El ISSSTE con Miguel Ángel Yunes y Elba Esther Gordillo, el caso de Alonso Godoy y el Congreso del Estado de Jalisco, la construcción del nuevo edificio del Senado de la República, la revisión anual de las cuentas públicas de la mayoría de los estados y municipios del país, en los que se solapan inaceptables niveles de corrupción, ineficiencia, y que en la mayoría, por no decir en todos los casos, los verdaderos responsables no son sancionados y metidos a la cárcel. Es común enterarse, como en el caso de la revisión de las cuentas públicas estatales, cada año, más de tres a cuatro  presidentes municipales de cada partido en el poder  (PAN, PRI, PRD, PVEM, Convergencia, Panal y PT), muchos secretarios de estado y altos funcionarios cometen actos de corrupción, negligencia, ineficiencia ¿y qué es lo que pasa?  “la mayoría” se ponen de acuerdo para “protegerse”; nadie es sancionado y se robaron el dinero o lo utilizaron mal. Ese dinero es de los ciudadanos y de México, esos recursos deberían ser sagrados. Dejemos de tener instituciones costosas, simuladoras, llenas de burocracia ineficiente, que más se dedican a la forma y no al fondo, a proteger a grupos y grupúsculos, a cuidar a los amigos, a perseguir a los enemigos. Hoy en México hay mayor corrupción e ineficiencia que hace 25 años. Los  próximos líderes y los actuales tendrían que asumir un enorme reto, que  los ciudadanos veríamos con mucha satisfacción, de  compromisos serios “ante notario público” de cómo hacer eficiente esta enorme burocracia, cómo disminuirla y cómo cuidar verdaderamente, que los recursos de los ciudadanos y de nuestro país, se utilicen en forma transparente, eficiente, y cómo sancionar estrictamente la corrupción y la ineficiencia. México necesita de mejores instituciones, con mayor calidad y transparencia, que vigilen que se cumplan las leyes. Es importante renovarlas, transformarlas y hacerlas verdaderamente creíbles.

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