El inicio de la actual administración estatal un priista de mediana edad se mostraba preocupado por el futuro de su partido: decía que ya no había políticos como los de antes, con oficio o carrera, que pusiera en paz a todo aquel alborotado que saliera al paso. El comentario vino en alusión porque, a diferencia de la última vez que estuvieron en el poder con un gobernador electo —Guillermo Cosío Vidaurri en 1989—, en esta ocasión, con Aristóteles Sandoval, el terreno es muy difícil para mantener: saben que no es llegar de nuevo a planear algunos cuantos sexenios. No, hay una amenaza muy fuerte impulsada por jóvenes que de momento pareciera que no saben lo que dicen, pero el discurso y la edad que manejan los identifican de inmediato. En Tototlán, municipio gobernado por el priista Francisco Rodríguez Lomelí, la plaza principal es motivo de conflicto social y político. El pasado 22 de noviembre el regidor panista Gabriel Flores propuso la construcción de un estacionamiento subterráneo de dos pisos debajo del tradicional lugar, situación que obligaría a mover las tradicionales fiestas de mayo, quitar la fuente principal que data de 1847 y talar árboles. Es evidente que no se necesita por el momento un estacionamiento con esas magnitudes para una población de 12 mil personas, donde aún existen espacios, o bien otros lugares donde concretar la obra planeada para iniciarse el 15 de enero, situación que no ocurrió por un amparo promovido por los comerciantes. Los afectados investigaron y en más de una ocasión increparon al presidente municipal por permitir que esto avanzara, debido a que —según dicen— el regidor promotor es amigo cercano de un ex alcalde de Zapopan con negocios en la construcción. El municipio no aportaría nada, otorgaría las facilidades para concesionar “a quién sabe quién” el estacionamiento para cobrar 17 pesos la hora a cambio de atraer turistas que pasan por la Ruta del Peregrino, para que tengan ganas de quedarse en Tototlán. Todo el mitote anterior está detenido, el alcalde niega la iniciativa —a pesar de la existencia de un acta— y ¿quién cree que está sumando puntos entre la ciudadanía como paladines de las causas difíciles? ¡Claro! Integrantes de Movimiento Ciudadano, quienes dan a conocer las sospechosas circunstancias en las que quieren arrebatarles la plaza principal. Verdad o mentira, son hábiles: lanzan sus rollos y esperan, saben que llegará el momento de capitalizar cada pequeña acción como ésta: la defensa de una plaza. Y entonces recordé la nostálgica charla de los “políticos de antes” y la similitud con una canción de Joaquín Sabina, que habla de un ladrón que recuerda sus momentos de gloria como carterista: “Los buenos tiempos no han de volver”… más de un priista lo sabe y un panista lo añora.
