Sábado 19 de agosto, Casa Jalisco. Encerrona del gobernador del Estado con sus precandidatos rumbo a 2018. En la comida estuvieron presentes el actual secretario general de Gobierno, Roberto López Lara. El secretario del Trabajo y Previsión Social, Tomás Figueroa; Antonio Cruces, secretario de Salud estatal; Netzahualcóyotl Ornelas, titular de Infraestructura y Obras Públicas; Eduardo Almaguer, fiscal general del Estado; Francisco Ayón, secretario de Educación. Faltó Miguel Castro, secretario de Desarrollo e Integración Social, que se encontraba de vacaciones. El resto, el equipo más cercano al gobernador del Estado.Aristóteles Sandoval les dijo tres cosas a los “suspirantes”. Primero, no me voy al gabinete federal. Por lo que, todo parece que el rumor de la semana pasada quedará en eso. El gobernador concluirá el próximo cinco de diciembre su mandato constitucional y no habrá sucesión adelantada. Segundo, comienza la operación 2018: todos tienen “la venia” para moverse y buscar candidaturas. Tercero, pidió cero escándalos en las secretarías y que “no aflojen” de aquí a noviembre cuando la mayoría de ellos habrán pedido licencia para competir electoralmente. No es casualidad, que el lunes el fiscal ya hablaba de “meditar” si buscaba la candidatura del PRI al Gobierno del Estado. El lunes pasado hubo reunión de gabinete y también se debatió la coyuntura rumbo a 2018.En ese pequeño círculo de perfiles cercanos en su gabinete, existen todo tipo de rivalidades por las candidaturas. Tomás Figueroa aspira a ser quien encabece la lista plurinominal del PRI al Congreso del Estado. Y alguien muy cercano a las conversaciones, afirma que no es improbable. Almaguer levanta la mano para la gubernatura, pero peleará también la designación como candidato a alcalde de Guadalajara con Miguel Castro. Antonio Cruces quiere competir el municipio de Zapopan, en donde hay muchos más apuntados. Francisco Ayón apuesta por encabezar las propuestas del PRI al Senado. Esa es la mano del gobernador, lo que no significa que ellos queden como los candidatos, ya que en la medida en que pasa el tiempo, el gobernador tiene menos posibilidad de imponer candidatos frente al CEN del PRI.La operación 2018 no será sencilla para el PRI. De entrada, las expectativas no son las mejores. La lista de Representación Proporcional es ambicionada frente a un difícil horizonte electoral y la pugna por los espacios será a muerte. También, cualquier ruptura al interior del PRI, por ejemplo en Guadalajara donde Claudia Delgadillo-diputada local- siente que merece la nominación y Rocío Corona ya levantó la mano el fin de semana pasado con presencia del gobernador, pondría en riesgo la presencia misma del PRI en la Zona Metropolitana tras los comicios de 2018.Y una dificultad añadida: el Gobierno Federal necesita a Movimiento Ciudadana para evitar el fortalecimiento de Andrés Manuel López Obrador y esa llave de negociación la tiene Enrique Alfaro. Es decir, la principal preocupación del PRI nacional y del peñismo es unaposible alianza entre Alfaro y López Obrador. La operación fragmentación del PRI, que comenzó en el Estado de México y le ayudó a retener la gubernatura, pasa por pactar en Jalisco. ¿Qué intervención tendrá Enrique Ochoa Reza para frenar un eventual acercamiento de MC y el “Peje”? ¿Qué le pedirá MC a cambio de no buscar a López Obrador?El gobernador mostró sus cartas y abrió, de forma más explícita, la pugna por las candidaturas rumbo a 2018. Todo se define de aquí a noviembre y los equilibrios al interior del PRI son muy endebles.
