La agenda de Davos

Por Manuel Espinoza de los Monteros de la Parra

 

Durante estos días, el Presidente Peña Nieto y su comitiva tendrán como principal tarea presentar a México como uno de los mercados más grandes en el mundo y una atractiva oportunidad de negocio e inversión frente a muchas de las personas más influyentes en el mundo de los negocios que se reúnen año con año en Davos, Suiza.

 

El Presidente tendrá el día de hoy dos intervenciones: una especial y una en el panel sobre las perspectivas de la Alianza del Pacífico. Sin embargo, más que las intervenciones lo que resulta importante son las reuniones formales e informales que sostenga con representantes de empresas multinacionales y organismos internacionales para vender una imagen atractiva de nuestro país.

 

Las reformas estructurales y la inminente apertura de Pemex a la participación con empresas privadas serán los temas que se difundirán ampliamente por el gobierno mexicano en el Foro. Sin embargo, habrá otros temas que tendrán que ser abordados por el Presidente y su equipo pues son relevantes para las inversiones y los negocios.

 

El Informe Global de la Competitividad publicado en septiembre por el mismo Foro Económico Mundial posiciona a México como el mercado número 11 en el mundo. A pesar de esto, el desempeño de nuestro país en temas de educación, temas laborales, eficiencia del mercado, mercados financieros, innovación y los demás aspectos evaluados, es bastante mediocre (de media tabla para abajo salvo el tema de macroeconomía en el que estamos un poco mejor: lugar 49 de 148).

 

Este mismo análisis muestra la corrupción como el principal obstáculo para hacer negocios en México. Incluso por arriba de la inseguridad y la burocracia (sin contar que como todos sabemos, tanto la inseguridad como la burocracia ineficiente, se alimentan de la corrupción).

 

En Davos, cada año se habla sobre responsabilidad social empresarial, compliance y prevención de la corrupción pues se entiende que estos son temas transversales en toda la agenda del Foro. Precisamente el Foro Económico Mundial junto con las principales empresas globales ha creado una muy influyente iniciativa que se llama Partnering Against Corruption Initiative (Iniciativa de Alianza contra la Corrupción) en la que las empresas y otros miembros intercambian ideas, fomentan proyectos y sobre todo se comprometen a llevar a cabo esfuerzos para combatir la corrupción mediante pactos de integridad y otros instrumentos. El papel que juega esta iniciativa en el Foro es fundamental.

 

He tenido la suerte de trabajar en esta iniciativa que pondera una política de cero tolerancia con la corrupción y puedo decir que ha sido de mucha utilidad para las empresas del B20, empresas relacionadas con el sector energético. Sus reportes y reuniones han influido para que algunas empresas lleven sus inversiones a países que fomenten la competitividad a través de firmes políticas de prevención de la corrupción.

 

Ahora, con la apertura del sector energético y las reformas, México puede ser una de las opciones más atractivas para las multinacionales. Pero es claro que la corrupción no sólo es el principal freno de la competitividad sino uno de los principales factores a considerar por las empresas al momento de invertir en un país.

 

El Presidente Pena Nieto, el Director General de Pemex Emilio Lozoya y el resto del equipo que lo acompaña deberá tener un par de argumentos que refuercen la buena imagen que las reformas en México pueden crear frente a los hombres de dinero. Ellos saben bien que las reformas estructurales no servirán de mucho sino se hace algo en materia de prevención y combate a la corrupción, sobre todo en el sector energético.

 

Hubiera sido muy diferente si el Presidente Pena Nieto y Emilio Lozoya además de lucir la reforma energética, pudieran presentar acciones y proyectos concretos de prevención de la corrupción. Sobre todo en Pemex.