¡Es más fácil destruir que construir!

El hombre crece, vive y sueña por lo que crea y no por lo que destruye.

Desde esta columna intentaré revitalizar permanentemente el compromiso de defender una forma de sentir el futbol, informando y tratando de explicar por qué existen enfoques diferentes.

La lucha está dirigida hacia la siniestra actitud de aquellos que viven medrando del oficio, ya sean periodistas, dirigentes o entrenadores, intentando sembrar confusiones que les permitan obtener buenos réditos personales. Son los que sueñan con el poder, bajo la primicia: “El que gana vende y si vende es el mejor”.

Analizando el presente de nuestro representativo nacional, el interinato de Ricardo “Tuca” Ferretti basa su credibilidad en la actuación sólida y eufórica del técnico y abre un compás de espera para que llegue Marcelo Bielsa.

Así, la línea de flotación entre los directivos y el técnico Rosarino será variada, intensa y competitiva, pero ante todo coherente en su conducción.

Vamos a partir de la base que el jugador está obligado a participar los 90 minutos de juego, esto es bien aclarado por el “Tuca” en todos los equipos que ha dirigido por 21 años ininterrumpidos; ahora, mi pregunta es: ¿ estarán los “elegidos” dispuestos a tener esta actitud de sacrificio?.

Confío en que el entrenador interino establezca conceptos que generen un marco necesario para que el jugador elija correctamente y que con la participación activa de todos los involucrados (Decio De María, Guillermo Cantú, Santiago Baños) se logre la dinámica de construir y no de destruir.

El talento es una predisposición de la inteligencia que orientada hacia el futbol produce placer y eficacia, y eso es lo que ofrece en mi humilde opinión Marcelo Alberto Bielsa. ¿Se construirá?.