En qué ciudad vivimos Agripina

El 16 de octubre de 1953 el joven Fidel Castro, en su alegato de autodefensa ante el juicio en su contra durante el Régimen de Batista, acusaba: “La dictadura que ha arruinado al país con la conmoción, la ineptitud y la zozobra, se dedica a la más repugnante politiquería, inventando fórmulas y más fórmulas de perpetuarse en el poder, aunque tenga que ser sobre un montón de cadáveres y un mar de sangre. Ni una sola iniciativa valiente ha sido dictada. Batista vive entregado de pies y manos a los grandes intereses, y no podía ser de otro modo, por su mentalidad, por la carencia total de ideología y de principios, por la ausencia absoluta de la fe, la confianza y el respaldo de las masas. Fue un simple cambio de manos y un reparto de botín entre parientes”. Me causa incomodidad leer este texto dicho hace casi seis décadas por un dictador tropical, y descubrir que las palabras perfectamente caben en nuestra realidad bananera y actual. No se puede ni soñar con una legislación que tenga que ver con los intereses de la mayoría, o que caiga un funcionario por sus pésimos manejos, por los hurtos con la ley como respaldo, por las obras mal hechas y bien cobradas… El Congreso de Jalisco es, sin duda, un ejemplo de la burla, cuando dice que la sociedad debe presentar pruebas y documentos, cuando ellos aseguran que sus propias cuentas están perdidas, no aparecen y no se va a castigar a nadie ni perdonar a nadie, claro porque no solapan ni son tapaderas (AJÁ). No importa que el señor auditor Alonso Godoy se haya dado un bono, porque la ley lo ampara, lo que importa es que electoralmente le sale caro al PRI mantenerlo y entonces van a decidir que se va, y poner a otro señor que les lave las cuentas y nos prepare el atole que nos servirán con el dedo mientras siguen robando a manos llenas y muertos de la risa. En el caso de la casa Gleason, el inmueble considerado patrimonio de la ciudad, el funcionario Modesto Aceves, titular de la Dirección de Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura, autorizó que se demoliera para construir un edificio de departamentos. Modesto seguirá en su cargo, lo aseguro, porque aquí en esta ciudad los ciudadanos no podemos fincarle responsabilidades a los funcionarios o a sus cómplices… ¿o sí?