Con el lanzamiento del noticiero estelar de Imagen Televisión a cargo de Ciro Gómez Leyva, ayer por la noche, se cerró el triángulo. Tres grandes periodistas, todos ellos conductores de lo que fuera Canal 40, se harán cargo de los principales espacios noticiosos del país: el ya citado Ciro Gómez Leyva comenzó ayer el programa de noticias del nuevo canal abierto; Carlos Puig tomo hace un mes el noticiero estelar de Milenio Televisión, (Con Puig a las diez) y Denise Maerker suplió desde mediados de agosto a Joaquín López Dóriga en el espacio noticioso de la noche de Televisa en Canal 2.Lo que une a estos tres periodistas, más allá de filias y fobias, es que eran los conductores estelares de Canal 40, un espacio alternativo de televisión creado a finales de los años noventa y que significó un verdadero refresco a la televisión mexicana de aquellos años. El empresario Javier Moreno Valle con Ciro Gómez Leyva como director del canal, logró una ventana de libertad en la televisión nunca antes vista en este país.No toparon, como Sancho y Don Quijote, con la iglesia, pero sí con una parte muy influyente de ella: los Legionarios de Cristo. Una investigación de los periodistas del canal dio con Marcial Maciel y sus abusos a menores dentro de la orden que él mismo había creado. A unas horas de que se transmitiera el programa en el que algunos de los jóvenes abusados, ya convertidos en unos adultos mayores (eufemismo actual para hablar de venerables sesentones) denunciarían por primera vez al líder de los Legionarios de Cristo, el principal anunciante del canal habló para advertir que si el programa salía al aire retiraría su publicidad. Tras unas horas de deliberación el empresario y el cuerpo editorial del canal decidieron que el programa saldría al aire tal como estaba planeado. La decisión le costó al empresario perder el canal y a los periodistas amenazas y a la postre su trabajo. Fueron denostados, estigmatizados, acusados de casi todo, pero se mantuvieron firmes hasta el final.Muchos años después, estos, que visto en retrospectiva eran unos jóvenes periodistas, ocupan los principales espacios noticiosos y Marcial Maciel, que nunca pagó por sus delitos, fue condenado al olvido y los Legionarios reestructurados por la misma iglesia. Nunca nadie le ofreció una disculpa al empresario Javier Moreno Valle, mucho menos a los periodistas, denostados y estigmatizados por la denuncia de un poderoso. Por eso, insisto, más allá de quién nos caiga bien o quién no, quién nos guste como conductor o como periodista, el hecho de que esta generación esté al frente de tres de los principales noticiaros televisivos del país es, además de una buena noticia, un triunfo y un reconocimiento tardió para Canal 40. Salud.