En no pocas ocasiones somos dados a pensar que la justicia terrenal dejó de existir hace mucho tiempo. En otras, que la justicia es “ciega y sorda”; y en algunas más, que con dinero e influencias todo se puede, empero, es conveniente reconocer que aunque parezca la excepción a la regla, el Poder Judicial acaba de dar un paso que en mucho alienta a la sociedad civil, al inhabilitar a Cuauhtémoc Chávez Plazola, quien hace 10 años al manejar en estado de ebriedad le quitó la vida a una jovencita de apenas 20 años, y aprovechando sus influencias y amistad con Emilio González Márquez, logró evadir la justicia —momentáneamente—.Es difícil imaginarse el infierno —por lo menos para un servidor— sobre todo después de conocer tantas y tantas atrocidades que alguna vez parecieran inimaginables y que hoy en día lastiman a diario a tanta gente de aquí, de allá y de a cuyá, lo que lamentablemente pareciera ir acabando con cualquier dejo de sorpresa en la Humanidad. Pero aunque la imaginación pudiera no alcanzarnos, seguramente que quienes sufren o han sufrido alguna injusticia terrenal, empiezan a vivir todo un infierno, sin embargo, más lo habrán de sufrir quienes pensaban que ya habían burlado a la justicia y hoy la tienen que volver a encarar.Así, aunque las autoridades y jueces que tuvieron el caso en sus manos dejaron en libertad a Cuauhtémoc Chávez Plazola, hoy, “el Pleno del Consejo de la Judicatura de manera unánime, decidió que el aspirante aprobado Cuauhtémoc Chávez Plazola, sea descalificado del concurso para ocupar la plaza de juez de Primera instancia Especializado en Procedimiento Penal Acusatorio y Oral”.Con este primer paso de revocación podemos afirmar que la vox populi no se equivoca cuando establece que: No hay tiempo que no llegue, ni fecha que no se cumpla. En el entendido de que la descalificación de Chávez Plazola es apenas el principio de lo que podrá ser un acto de justicia, toda vez que los miembros del Pleno del Consejo de la Judicatura se han comprometido a investigar a fondo de manera colegiada las determinaciones de los jueces que atendieron el caso Chávez Plazola y los pretextos para dejarlo impune, sólo por contar con influencias en los Poderes Ejecutivo y Judicial de aquél entonces, pues poco les faltó para dictaminar en contra de la jovencita fallecida tras ser impactada por el borracho originario de Tequila, Jalisco.Vale la pena destacar el papel desempeñado en esta ocasión por los medios de comunicación y las redes sociales, al exigir justicia, verdad que sí se puede. ¿A poco no?Moraleja: Alguna vez Álvaro Ramírez Ladewig me hizo ver que “Llamarse Cuauhtémoc implica una enorme responsabilidad”. Por eso es mejor portarse bien tocayos.
