Si quisiera parodiar a un personaje de las novelas más vendidas de Gabriel García Márquez, podría señalar que al parecer “Los periodistas no tienen quién los defienda”, pues además de tratarse de un oficio prácticamente incomprendido, de repente al periodista le surgen enemigos por doquier (que entre otras características tienen la de ser cobardes), que no dan la cara, que tiran la piedra y esconden la mano; son corruptos o ineptos —en muchos casos ambas cosas—.Así las cosas, en las últimas dos décadas México se convirtió en el país en el que más periodistas han sido asesinados, levantados y desaparecidos. Para tratar de remediarlo, se han creado fiscalías especiales; a algunos periodistas conocidos les han puesto guardaespaldas o escoltas; se han creado grupos especializados en redes sociales para mantenerse alertas, pero todo ha sido inútil, los atentados y asesinatos se encuentran vigentes.Y todo esto viene al caso, no sólo por lo lamentable de los sucesos, sino también para llamar la atención al hecho de que el gremio de periodistas es posiblemente uno de los más divididos, de los más desorganizados, el más individualista —y claro que todo esto es recriminable—, pues ni Roma se hizo en un solo día, ni nadie ha salido adelante por sí solo.Reconocimiento a quienes luchanEn este contexto es que quiero suscribir mi reconocimiento para aquellas agrupaciones de periodistas que no solamente se han mantenido activas luego de años de trabajo de sus asociados, sino también de quienes han emprendido un esfuerzo más —en varios momentos de nuestra historia se ha intentado— en busca de la integración del gremio.Recientemente tuve la oportunidad de asistir al cambio de mesa directiva del Club de Periodistas, en donde Xavier Garabito, un hombre de cultura y con gran experiencia en el medio periodístico cedió la estafeta al joven y reconocido periodista Moisés Mora Cortés (Xavier permanece en el Club, en calidad de presidente vitalicio), además participa en este reto Javier Medina Loera, ex presidente y uno de los fundadores de Comunicación Cultural, A.C., Premio Nacional de Periodismo, colaborador de El Informador durante 40 años.Una de las tareas autoimpuestas es la colegiación de sus integrantes, ya que habría que recordar que hace tres décadas, en Guadalajara no existían escuelas de periodismo al alcance de todos, y tampoco era un oficio o profesión reconocida.Por otra parte, también ha surgido el llamado Grupo Jalisco, en donde Fernando Romo busca aglutinar a periodistas de prensa, radio, TV e internet, mismos que me hicieron el favor de invitarme a una de sus sesiones de constitución. A todos ellos les reconozco su espíritu de servicio y su empuje para buscar la fortaleza del gremio periodístico, tarea nada fácil de lograr, ojalá y los buenos principios no se desvirtúen con el tiempo.
