Usando nuestra imaginaria “máquina del tiempo” retrocedamos al 1917 cuando arranca la publicación del diario EL INFORMADOR de Guadalajara, entonces una ciudad bellísima y dueña de un gran señorío y una personalidad que la hacían llamar la “Sevilla de América” y la “Perla del Occidente”... Las tropas revolucionarias no habían —en suerte— hecho mucha mella a las bellas edificaciones coloniales que habían sobrevivido a la Guerra de la Reforma y aun se mantenía el Centro con la mayoría de sus edificios magníficos hoy desaparecidos... como la antigua Universidad, el Colegio de San Juan o la iglesia de La Soledad, el palacio de los marqueses de Pánuco o la imponente mansión de los “Veinte Balcones” de los Villagordoa... y también —por qué no mencionarlo— el viejísimo “Teatro Principal” considerado como la “Catedral de la Tanda” al igual que su homónimo de la Ciudad de México, en donde se representaba el fabuloso teatro de Revista o “Género Chico”... zarzuelas y piezas cómicas. Ubicado en lo que hoy es la Av. Juárez y Molina edificado aprox. en 1822 por donde pasaron tantas celebridades internacionales que hoy permanecen en el olvido.Ante la apertura del imponente “Teatro Degollado” el “Principal” se circunscribió a presentar piezas menos importantes pero que llenaban noche a noche su vetusto salón… En plena época del “Porfiriato” y con la llegada a México de las hermanas ROMUALDA y GENARA MORIONES dos españolas implacables que comienzan a manejar el “Teatro Principal” de la Cd. de México inician la época de oro del “Teatro de Revista” con tantas y tantas obras musicales de corte subido de color o de sátira política al punto que cada semana se estrenaba una nueva y una semana después la hacían estrenar en el “Principal” de ésta Guadalajara con una precisión y rapidez que hoy nos parece imposible del realizar... La ciudad en su Centro era de una actividad inusitada... hervía de gente elegante caminando por las Calles de San Francisco o El Carmen... las lindas tapatías poco a poco subían el bies de su falda y achicaban el tamaño de los sombreros... ya se podía ver el breve tamaño de su pie elegantemente calzado y el tobillo... cuando salían de compras o de paseo a los Portales... o lucir en los carros alegóricos en las festividades en las “Batallas de Flores” o bien a salida de misa en San Francisco, Catedral o en Santa Teresa o El Sagrario... ante la mirada furtiva de los “lagartijos” que al menor intento les echaban un lazo... en este ambiente de una ciudad animada como una gran capital el “Principal” llegó a tener funciones hasta de “medianoche” siempre las más “picantes” y para sólo señores... en una de éstas funciones descolló como nadie la bella “Lulú”... que del Teatro Obrero saltó al “Principal” y en donde al grito de “Lulú da puerta”... ésta se iba quitando las prendas que la vestían hasta quedar totalmente desnuda ante una pasarela enardecida de caballeros...Hoy en los tiempos que corren con una moral tan doble ni en sueños se ve un espectáculo como el que la mentada “LULÚ” daba... Y entre los espectáculos más familiares y en una época en que las MORIONES se exilian a ésta Ciudad ante las represiones del Gobierno de VICTONARIO HUERTA por algunas piezas de corte critico/satírico a su mandato es que se estrena poco después de su premier en Ciudad de México la fabulosa revista “LAS MUSAS DEL PAÍS” parodia de una llamada “LAS MUSAS LATINAS” cuya música debida al compositor FERNANDO MÉNDEZ VELÁZQUEZ oriundo de Zamora, Michoacán y letra de JOSÉ (Pepe) ELIZONDO nacido en Aguascalientes inmediatamente se volvió el éxito más sonado en años. Sólo comparable a otra revista más llamada “CHIN CHUN CHAN” estrenada años antes... la inmensa y fabulosa voz del tenor PEPE LIMÓN cuando cierra el último cuadro de la pieza con un escenario que simula la Catedral de Guadalajara, sus Calandrias y sus mujeres cantando “OJOS TAPATÍOS” enloquece al público al punto que se vuelve esta canción una especie de himno de Jalisco y en especial un tributo a la belleza de las tapatías...PEPE LIMÓN poseía una voz comparable a la del gran CARUSO mas se malogra como tantos genios y el alcohol lo lleva a la tumba tempranamente hacia 1920 en Tapachula, Chiapas. Es en este teatro que una noche se convierte literalmente en el “teatro del crimen”... al cometerse uno de los crímenes más viles de la época revolucionaria... al llegar el joven acaudalado FRANCISCO OROZCO una noche de Noviembre del 1914 a su palco/platea número 2 que siempre se le reservaba y durante la representación de la pieza “La Reina de las Tintas”, arbitrariamente se cuela a la platea un fulano con uniforme militar y pistola en mano, al reclamarle OROZCO que la platea estaba reservada a su uso exclusivo, el militar le dispara y le descarga la pistola y le mata instantáneamente... Se cuenta que en una platea frontera estaba el Gral. MANUEL M. DIÉGUEZ quien al presenciar el artero crimen corre a detener al asesino cuando ya huía a la salida del Teatro... deteniendo inmediatamente a JOSÉ TENORIO HERNÁNDEZ, nombre del alevoso criminal... se manejaron entonces dos versiones... que el Gral. DIÉGUEZ lo manda fusilar inmediatamente... y otra más... que días después el criminal se paseaba como si nada hubiese sucedido por el Centro de la Ciudad. ¿Cuál sería la verdad de esta, tragedia que dada la importancia de los ricos hacendados OROZCO se convirtió en todo un escándalo?Por el escenario del “PRINCIPAL” pasaron todas las famosas tiples de la época... desde MARÍA CONESA apodada “La Gatita Blanca”... como el famoso “CUATEZON” BERISTAIN... la gran dama que fue LUZ SEGOVIA... CRISTINA MORIN, la RIVAS CACHO, MIMI DERBA amante del temido Gral. PABLO GONZÁLEZ, ESPERANZA IRIS, PRUDENCIA GRIFFELL, y hasta los BELL, LAURA MIRANDA, ANITA SANCHEZ pareja entonces SALVADOR ZUNO hermano del entonces Gobernador de Jalisco, JOSÉ GUADALUPE ZUNO, ELOISA RUIZ... y tantos más unos de la “capital” y otras más figuras locales que brillaron con luz propia entre directores de orquesta, tenores, tiples y vicetiples, cantadoras y cupletistas... ¿qué queda de todo ese mundo hoy en día? ¡Realmente muy poco! Y de lo que trascendió al paso de estos últimos 100 años el recuerdo de la voz incomparable de PEPE LIMÓN cantando “Ojos Tapatíos”. Cuyos ecos se dice se escuchan ciertas noches en los edificios que hoy ocupan lo que fueran los Teatros “PRINCIPAL” de la “capital”, como de esta metrópoli tapatía, desde aquí un merecido homenaje a la dupla de grandes músicos... el genial michoacano FERNANDO MÉNDEZ VELÁZQUEZ y JOSÉ F. ELIZONDO originario de Aguascalientes por una de las piezas más bellas que ha dado la música mexicana a través de toda su historia... “No hay ojos más lindos en la tierra mía cual negros ojos de la tapatía... miradas que matan, ardientes pupilas, sombras cuando duermen... luz cuando nos miran, y allí tras la reja cubierta de flores la novia que espera temblando de amores ¡ay! y al ver esos ojos que inquietos esperan apagan sus luces las blancas estrellas”. El primero muere trágicamente y prematuramente (1916) en La Habana, Cuba donde se exilia ante las presiones y persecución del gobierno de VICTORIANO HUERTA... ELIZONDO a pesar de exiliarse también y por las mismas razones que MENDEZ... más éste alcanza a llevar una vida más larga y fallece en Cd. de México en 1943, historias que nos hacen comprobar que la “realidad supera con mucho a la ficción”, una generación de artistas en toda la expresión que no dudaban en anteponer su talento y su imaginación a una vida normal con el fin de dotar al público de todos los sectores de una sana diversión como lo fue el Teatro de Revista... hacia 1992 se volvió a montar lujosamente el espectáculo llamado si mal no recuerdo “EL PAÍS DE LAS TANDAS” con la puesta en escena de “CHIN CHUN CHAN” y desde luego “LAS MUSAS DEL PAIS” con la actuación y dirección del genial ENRIQUE ALONSO (Cachirulo) en el Teatro JULIO CASTILLO de Cd. de México y posteriormente nos tocó verla en el “DEGOLLADO” donde todo lucía de manera soberbia constituyendo todo un éxito... de entonces a la fecha no recordamos nada ni remotamente similar... una vez más... ¿Dónde quedo todo ese maravilloso mundo que el tiempo se llevó?
